Ministro de Seguridad asegura que se han logrado reducir las muertes violentas y feminicidios

El Ministro de Seguridad de Honduras, Gustavo Sánchez, anuncia una notable reducción del 30% en muertes violentas y 53% en feminicidios.

Honduras.- El Ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez, ha anunciado una significativa reducción del 30 % en las muertes violentas a nivel nacional.

Este logro, según el funcionario, refleja los avances en la lucha contra la violencia en el país.

Un aspecto destacado de este informe es la reducción del 53 % en los feminicidios.

Sánchez enfatizó que este descenso es un avance crucial en la protección de las mujeres, un grupo vulnerable en la sociedad hondureña.

Las cifras provienen del Observatorio Nacional de la Violencia del Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad (ONV-IUDPAS) de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).

Según sus datos, 150 mujeres han sido asesinadas en lo que va del año, una cifra alarmante, pero menor en comparación con años anteriores.

A pesar de estas cifras, grupos feministas en el país expresan escepticismo. Cuestionan la interpretación oficial y piden acciones más efectivas para combatir el feminicidio y la violencia de género.

Honduras sigue siendo uno de los cinco países con las mayores tasas de feminicidio en el mundo, según un reciente informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.

Este informe ubica al país centroamericano en el quinto lugar, con una tasa de 6.47 feminicidios por cada 100 mil habitantes, solo superado por Sudáfrica, Jamaica, Botsuana y Namibia.

Sánchez, consciente de los desafíos que enfrenta el país, reconoció la necesidad de reforzar los esfuerzos para combatir todos los tipos de violencia.

En este sentido, instó a dotar al país de herramientas jurídicas más sólidas, como la reforma que busca catalogar a los pandilleros como terroristas. Según el Ministro, esta medida podría potenciar aún más las estadísticas a favor de la seguridad nacional.

Aunque las estadísticas muestran avances, el camino hacia una Honduras más segura y equitativa aún es largo, y las autoridades deberán redoblar sus esfuerzos para lograr una paz duradera.