DENUNCIAS
Informe de EE.UU. denuncia violaciones sistemáticas de derechos humanos en Honduras; gobierno responde con rechazo
Tegucigalpa.- El reciente informe Country Reports on Human Rights Practices del Departamento de Estado de los Estados Unidos vuelve a señalar múltiples violaciones graves de derechos humanos en Honduras, lo que ha provocado una nueva ola de críticas contra el gobierno de Xiomara Castro por la aparente persistencia de problemas estructurales que no han sido abordados efectivamente.
Hallazgos clave del informe
- Según el documento, entre los problemas más destacados se incluyen:
Homicidios arbitrarios o ilegales, desapariciones, y tortura o tratos crueles, inhumanos o degradantes.
Gobierno de EE. UU. - Una débil rendición de cuentas: muchos abusos denunciados no han sido investigados con transparencia, ni se han sancionado adecuadamente a responsables estatales.
- Libertad de expresión y acoso a periodistas y defensores de derechos humanos señalados como amplios problemas persistentes.
Corrupción institucional, interferencia política en el sistema judicial, y vacíos en la protección efectiva de grupos vulnerables.
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Reacción del gobierno
El gobierno hondureño, por su parte, ha rechazado categóricamente el informe. Algunas de las respuestas oficiales incluyen:
- El canciller Enrique Reina calificó el informe como “parcial y unilateral”, rechazando su validez y afirmando que no reconoce informes externos que no tomen en cuenta todos los avances nacionales.
- Se argumenta que muchos de los problemas señalados son “estructurales” y consecuencia de gestiones anteriores, buscando deslindar responsabilidad directa de la actual administración.
- Autoridades de Derechos Humanos del Estado han afirmado que el informe “niega” o minimiza los esfuerzos que, según ellos, se han hecho en materia de inclusión, protección social, institucionalidad y democracia.
Críticas al gobierno basadas en lo que revela el informe
- Persistencia de la impunidad
Aunque el gobierno proclama avance institucional, el informe y otras fuentes (ONGs, OACNUDH) señalan que la mayoría de los abusos —asesinatos de activistas, amenazas, violencia policial, corrupción— siguen sin resolverse. Esto revela una falla estructural en los mecanismos de justicia. - Uso frecuente del estado de excepción
La administración ha recurrido reiteradamente al estado de excepción como herramienta de seguridad, lo que ha implicado suspensión de derechos fundamentales como libertad de reunión, garantías judiciales, etc. El informe advierte que esto, lejos de ser temporal y excepcional, tiende a normalizarse. - Deficiencias en protección de periodistas, defensores ambientales, comunidad LGBTI+
Las denuncias de hostigamientos, amenazas, asesinato de defensores de derechos humanos y ambientales, así como discriminación continúan, a pesar de promesas gubernamentales de mayor protección. - Débil institucionalidad jurídica
Interferencia política, falta de independencia judicial, retrasos en nombramientos clave (como fiscal general, y elección de jueces) son criticados como factores que minan la aplicación de la justicia. - Promesas vs. realidades
El gobierno ha señalado avances en políticas sociales, inclusión y cumplimiento de compromisos internacionales. Sin embargo, el informe y organismos independientes señalan que esos avances no han materializado transformaciones profundas — por ejemplo, en condiciones de vida, pobreza, desigualdad y protección efectiva.
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Conclusión
El informe del Departamento de Estado refuerza lo que muchas organizaciones nacionales e internacionales vienen denunciando: que Honduras enfrenta graves déficits en materia de derechos humanos que no pueden seguir siendo atribuidos exclusivamente al pasado. La retórica de “avance” y “voluntad política” debe traducirse en acciones concretas, investigaciones independientes, justicia para víctimas y reformas institucionales reales que garanticen la protección de todos los ciudadanos.
El verdadero examen de credibilidad del gobierno de Xiomara Castro estará en si responde con medidas tangibles y transparentes, no solo con declaraciones diplomáticas y rechazos oficiales.