Conciencia Política
Julia Talbott denuncia injerencias, pugnas internas y presiones al CNE tras elecciones atípicas en Honduras
Tegucigalpa, Honduras. — Las recientes elecciones generales en Honduras se desarrollaron en un ambiente “atípico, tenso y altamente cuestionado”, marcado —según la dirigente liberal Julia Talbott— por acciones del oficialismo orientadas a debilitar el proceso electoral, intimidar a consejeros del Consejo Nacional Electoral (CNE) y construir una narrativa de deslegitimación de los resultados. Así lo expresó durante el programa Conciencia Política, conducido por Melvin Flores y Óscar Rodríguez, donde ofreció una amplia valoración del escenario poselectoral.
Elecciones bajo presión y escrutinio internacional
“Estas no fueron elecciones normales, fueron elecciones completamente atípicas, con ataques, ausencias y presión constante al CNE”
Talbott afirmó que el proceso electoral fue “dinamitado” desde etapas tempranas por sectores del oficialismo, señalando la ausencia prolongada de un consejero del CNE y ataques contra funcionarios públicos y activistas de oposición. En ese contexto, subrayó que la elección atrajo una inusual atención internacional.
“Por primera vez en mucho tiempo Honduras estuvo bajo la lupa internacional, porque lo que estaba en juego era la democracia”, sostuvo la dirigente liberal, al señalar que observadores y actores externos siguieron de cerca el desarrollo del proceso.
El rechazo a Libre y la narrativa de la nulidad
“El pueblo hondureño le dijo no a Libre y a su proyecto político”
Durante su intervención, Talbott sostuvo que el 30 de noviembre el electorado expresó un rechazo mayoritario al partido Libertad y Refundación (Libre), a su candidata presidencial Rixi Moncada y al proyecto político que representa el oficialismo.
“Honduras no es un país de izquierda y eso quedó demostrado en las urnas”, afirmó, agregando que incluso el coordinador general de Libre, el expresidente Manuel Zelaya, habría reconocido públicamente el triunfo de Salvador Nasralla.
Para Talbott, esa admisión contradice cualquier intento posterior de promover la nulidad del proceso electoral.
Donald Trump y el efecto real de la injerencia externa
“La injerencia existió, pero no favoreció a Libre; perjudicó al Partido Liberal”
La dirigente liberal abordó también la polémica en torno a la supuesta injerencia del expresidente estadounidense Donald Trump, asegurando que su impacto no benefició a Libre, como se ha querido plantear.
“Antes de esos mensajes, Salvador Nasralla iba primero en las encuestas; después, mucha gente regresó al voto tradicional nacionalista”, explicó Talbott, señalando que esto redujo la ventaja liberal frente al Partido Nacional.
No obstante, recalcó que ningún actor externo puede explicar el rechazo ciudadano al gobierno de Xiomara Castro, atribuyéndolo al desgaste de la gestión y al desempeño de sus funcionarios.
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Alianzas prohibidas y advertencia de expulsiones
“El Partido Liberal tiene prohibido aliarse con Libre, y quien lo haga será expulsado”
Talbott recordó que la Convención Liberal “General Francisco Morazán” prohibió alianzas con Libre a todo nivel, y denunció que existen acercamientos individuales de figuras liberales con Manuel Zelaya, motivados por intereses personales.
“El Partido Liberal no puede vender sus principios por cuotas de poder”, enfatizó, respaldando la postura del presidente del Consejo Central Ejecutivo, Roberto Contreras, quien advirtió que cualquier liberal que negocie con Libre será separado del partido.
El Congreso Nacional y la verdadera disputa de fondo
“Aquí lo que se está peleando es el control del Congreso Nacional”
Según Talbott, el conflicto poselectoral tiene como trasfondo la lucha por el control del Congreso Nacional, particularmente por la presidencia del Legislativo.
“Libre quiere condicionar el reconocimiento de los resultados a cambio de poder político”, afirmó, señalando que existen versiones de negociaciones de alto nivel que buscan asegurar espacios clave para el oficialismo.
A su juicio, este pulso político explica gran parte de la tensión que rodea al CNE y al proceso de declaratoria oficial.
Críticas a Iroshka Elvir y defensa del CNE
“Nadie que no sea el CNE puede declarar ganadores”
Talbott cuestionó directamente los pronunciamientos de Iroshka Elvir, esposa de Salvador Nasralla, acusándola de desconocer la autoridad del Consejo Nacional Electoral.
“No se le puede faltar el respeto a la consejera presidenta Ana Paola Hall ni a los demás consejeros; solo el CNE tiene la potestad legal”, expresó, advirtiendo que este tipo de declaraciones generan incertidumbre y dañan la institucionalidad.
Defendió, además, que cualquier revisión de actas debe hacerse conforme a la ley, mediante escrutinios especiales y no bajo presiones políticas.
Autocrítica liberal y balance electoral
“El Partido Liberal cometió errores, pero hoy es más fuerte que antes”
En un ejercicio de autocrítica, Talbott reconoció que el liberalismo arrastra divisiones internas y decisiones legislativas pasadas que afectaron su credibilidad.
“Pagamos el precio de no haber sido oposición firme en algunos momentos”, admitió, aunque destacó que el partido pasó de 330 mil a más de un millón de votos y duplicó su bancada en el Congreso Nacional.
Para la dirigente, el crecimiento demuestra que el liberalismo sigue siendo una fuerza clave en la política hondureña.
Liberalismo, principios y rechazo a caudillismos
“El liberalismo no es un caudillo, es una forma de vida”
Talbott concluyó su participación defendiendo el liberalismo como una corriente basada en la Constitución, las libertades individuales y la democracia, y rechazó el fanatismo político.
“No creemos en mesías ni en caciques; los diputados se deben al pueblo, no a un líder”, sentenció, asegurando que el Partido Liberal deberá iniciar una etapa de depuración y fortalecimiento institucional tras la declaratoria oficial del CNE.