Acetaminofén: ¿Para qué sirve y cuáles son los riesgos si se toma en exceso?

El acetaminofén, analgésico y antipirético popular, alivia dolores leves y reduce la fiebre. Su uso excesivo puede dañar el hígado, siendo crucial respetar la dosis diaria máxima de 4.000 mg.

Honduras.- El acetaminofén, reconocido por su efectividad en el alivio del dolor y la reducción de fiebre, ha ocupado un lugar central en el botiquín de millones de personas en todo el mundo.

Sin embargo, su uso inadecuado o excesivo puede desencadenar riesgos significativos para la salud, especialmente relacionados con el hígado, según advierten expertos médicos y agencias regulatorias.

Este medicamento de uso común, eficaz en dolores leves o moderados, así como en malestares asociados a periodos menstruales, resfriados y dolencias articulares como la osteoartritis, se clasifica como un analgésico y antipirético.

Su acción para modificar la respuesta del cuerpo al dolor lo convierte en un recurso preciado, pero su consumo irresponsable puede tener consecuencias graves.

La dosis diaria máxima recomendada para adultos es de 4.000 miligramos, aunque su abuso puede desencadenar problemas hepáticos severos, inclusive con desenlaces fatales.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) señala que la ingesta excesiva, ya sea por descuido en las instrucciones de la receta o al combinarlo con otros productos que también contienen acetaminofén, representa un riesgo sustancial.

La Dra. Fathia Gibril, supervisora médica de la FDA, subraya cómo la falta de conocimiento sobre la presencia de acetaminofén en más de 600 medicamentos de venta libre y prescripción médica puede conducir a un consumo inadvertido, exponiendo al hígado a posibles daños.

Esta situación se agrava en casos donde se busca alivio para síntomas como resfriados o gripes, pues el acetaminofén se encuentra en combinación con diversos medicamentos empleados para tratar dichos malestares.

La sobredosis de acetaminofén puede manifestarse con síntomas que pueden confundirse con los de una gripe o resfriado común, y su aparición puede retrasarse varios días.

Ante esta realidad, se recomienda un uso responsable y seguir estrictamente las indicaciones de dosificación, evitando la combinación de productos que contengan acetaminofén.

Para garantizar un consumo seguro, la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU. propone medidas clave:

• No ingerir más de un producto con acetaminofén simultáneamente.
• Leer detenidamente las etiquetas de todos los medicamentos, tanto con prescripción como de venta libre, para detectar su presencia.
• Seguir rigurosamente las dosis indicadas, sin excederse, aunque persistan síntomas de fiebre o dolor.
• Informar al médico sobre cualquier enfermedad hepática previa y evitar su consumo en caso de consumo regular de tres o más bebidas alcohólicas diarias.

Además, se deben monitorear posibles efectos secundarios como enrojecimiento, sarpullidos, urticaria, picazón, hinchazón en distintas partes del cuerpo, ronquera o dificultades respiratorias, y buscar atención médica inmediata ante la sospecha de una sobredosis, incluso si el paciente se siente bien.

El uso adecuado del acetaminofén es fundamental para garantizar su eficacia y proteger la salud hepática. La responsabilidad en su consumo es la clave para aprovechar sus beneficios sin exponerse a riesgos innecesarios.