OPINIÓN| Julieta Castellanos, la aprendiz de dictadora en la UNAH que pretende dar lecciones de democracia a la presidenta Xiomara Castro

ARTÍCULO DE OPINIÓN DE ALLAN MARTÍNEZ

Desde que inició el periodo constitucional de la presidenta de la República, Iris Xiomara Castro Sarmiento, la exrectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y ex integrante de la depuradora de la Policía Nacional de Honduras, Julieta Castellanos, se ha dedicado a lanzar una serie de misivas contra la administración de la primera mujer presidenta de Honduras y contra el Partido Libertad y Refundación (Libre). Su reciente opinión sesgada y con evidente tinte político e ideológico, titulado como “Libre. Cuando el poder no ajusta”, es una clara evidencia que, su objetivo no es contribuir al desarrollo del país, ni dejar que los procesos para rescatar la nación avancen por buen camino, puesto que, ella es un instrumento de las élites y la oligarquía que por años se ha dedicado al saqueo de fondos públicos y a delinquir a través de la instrumentalización de las instituciones del Estado.

En su reciente misiva, Castellanos hace alusión a que “la represión del Estado” es propia de los gobiernos de izquierda, y según ella, solo las administraciones de “derecha” son las democráticas. Pero la exrectora de la UNAH, derechista y fascista en su máximo esplendor, parece haber olvidado que durante las últimas administraciones, de la cual era una fiel soldado, se instrumentalizó los órganos operadores de justicia, a los entes de seguridad del Estado y al crimen organizado para ultimar, perseguir y agredir a quienes se oponían al régimen narcótico que secuestró al Estado de Honduras.

La misma Julieta Castellanos, que ahora habla frente a los medios con total cinismo sobre democracia,  es el rostro de la persecución hacia los líderes sociales y estudiantiles, pues durante su estancia en el máximo cargo de la UNAH, fue incapaz de gestionar la crisis causada a raíz de la imposición de la cuarta reforma universitaria; fue allí donde ella se convirtió en una aprendiz de dictadora, pues en lugar de primar el diálogo con el Movimiento Estudiantil Universitario (MEU), usó sus influencias para instrumentalizar la justicia y criminalizó a más de un centenar de jóvenes estudiantes que reclamaban su derecho a participar en los órganos de gobierno de la UNAH.

Castellanos, utilizó la máxima casa de estudios como un “laboratorio”, pues era allí donde la oligarquía hacía los ensayos con la comunidad universitaria, para luego aplicarlos en el país: fue allí donde se promovió “torcer” la ley para habilitar por primera vez en la historia la reelección de un rector (de Julieta); fue allí donde se comenzó a criminalizar a los líderes estudiantiles opositores; fue allí donde se negó la participación estudiantil en los órganos de gobierno y autogobierno, para hacer las “mandracadas” a su antojo; y fue allí, donde nunca primó el dialogó, sino, la imposición.

Pero hoy en día, la persona más antidemocrática, aprendiz de dictadora, que tiene demandas en el Ministerio Público por suponerla responsable de diferentes delitos, es “la voz más calificada”, según los medios de comunicación, para verter opiniones sobre un gobierno democrático que arrasó en las pasadas elecciones. La pregunta obligada es: ¿Es Julieta Castellanos una voz calificada para hablar de democracia cuando ella fue una dictadora en la UNAH?.

EN fin… Castellanos, fue una de las principales aliadas de la dictadura, jamás criticó el narco-gobierno porque ella fue parte del mismo, a tal grado, que le confiaron ser parte de la comisión depuradora de la Policía Nacional, que al final, terminó acabando con esa institución, pues dejó inmunes a los que tenían nexos con el crimen organizado y “depuró” a muchos buenos policías que se oponían a ser parte de los negocios ilícitos.

No es falso cuando el gobierno de la presidenta Xiomara Castro denuncia que se encuentra en una batalla campal contra el crimen organizado y sus aliados, pues al ver a Julieta Castellanos, al golpista de Romeo Vásquez y a otros delincuentes que deberían estar presos por los delitos que han cometido, ser las voces calificadas por los medios de comunicación para opinar sobre diferentes temas del país, solo se puede pensar una cosa: los golpistas de antes, el crimen organizado de antes, y los mismos empresarios corruptos de antes, están dolidos porque el pueblo les está peleando el poder y harán lo que sea para mantenerlo.