Micheletti, de 89 años, quien gobernó Honduras de manera interina tras el controvertido derrocamiento de Manuel Zelaya, afirmó que no teme enfrentar las consecuencias legales y que está preparado para recibir cualquier notificación con «todo gusto».
“Andan con la amenaza que me quieren meter en la cárcel por el golpe de Estado, yo estoy esperando que me manden la notificación y voy a ir con todo gusto, estoy listo, totalmente para reírme a carcajadas”.
-Roberto Micheletti
Admitió que la situación de su partido, el liberal, no es favorable, puesto que “no tenemos un candidato que nos pueda dirigir, no tenemos una figura que aglutine a los hondureños”.
Y sobre los demás partidos están “tan desfigurados como el nuestro”, señaló.
En lo que se refiere a la administración actual se abstuvo de comentar sobre la gestión del Partido Libre en el poder.
En un tono sereno y desafiante, el exmandatario señaló que no dará consejos a la presidenta Xiomara Castro, argumentando que no hace caso a nadie.
Y, al referirse a los acusados por narcotráfico en Estados Unidos, manifestó la opinión de que aquellos que se meten en problemas deben resolverlos por sí mismos.
Dijo que no quiere involucrarse en política porque está viejo, tiene 89 años, al tiempo que valoró lleva una vida apacible y tranquila en su natal Progreso.
En cuanto a la política, Micheletti declaró que, debido a su edad, no desea involucrarse, al tiempo que valoró lleva una vida apacible y tranquila en su natal El Progreso, Yoro, “tengo mi finca, mis buses”.
El exmandatario envió saludos a diversos sectores políticos, mostrando afecto a personas de diferentes partidos, sin embargo, al referirse a los seguidores de libre que, a nadie de ellos.
“A nadie de (Partido) Libre, quiero a la gente del Partido Nacional, gente de Salvador Nasralla, gente del Partido Liberal, gente de la Democracia Cristiana, gente de otros partidos, con gusto les doy un fuerte abrazo”, expresó.
El expresidente participó esta mañana en el funeral del empresario hondureño Napoleón Juan Larach, fallecido el martes en San Pedro Sula.
A pesar de su negativa a comentar sobre la situación actual del Partido Libre, Micheletti dejó entrever su escepticismo.
En medio de la incertidumbre política, Micheletti, quien asegura llevar una vida apacible en su natal El Progreso, Yoro, concluyó sus declaraciones reiterando su disposición a enfrentar cualquier acusación con humor, esperando, según sus propias palabras, «reírse a carcajadas» ante la posibilidad de enfrentar cargos por el golpe de Estado de 2009.