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HONDURAS

AL PODER POR LAS ARMAS Y A LA MUERTE SIN ELLAS

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El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, propuso el 18 de febrero al Congreso Nacional (CN), aumentar el número de efectivos policiales para hacer frente a las modalidades del crimen en Honduras, específicamente a las estructuras de maras y pandillas.

“Hemos llegado a la conclusión que es más que necesario terminar la revisión con Fuerza Interinstitucional Nacional (FUSINA), esta semana para identificar la necesidad de nuevos miembros de la Policía Nacional de Honduras (PNH), de la Fuerza Tigres, de la Policía Militar del Orden Público (PMOP) y también de la Fuerza Nacional Anti Maras y Pandillas (FNAMP) para tener la capacidad suficiente de dar las respuestas que se requieren en este momento”, indicó Hernández en conferencia de prensa.

Actualmente, la policía nacional cuenta con muchas dependencias, entre las cuales destacan: Dirección Nacional de Prevención y Seguridad Comunitaria (DNPSC), Dirección Nacional de Fuerzas Especiales (DNFE) (TIGRES, COBRA y Unidad Antimotines), Dirección nacional de Protección y Servicios Especiales (DNPSE), Dirección Nacional de Servicios Policiales Fronterizos (DNSPF), Dirección Nacional Policía Antidrogas (DNPA); y otras más, que se han venido creando en los últimos gobiernos nacionalistas.

Por otra parte, datos del Foro Social de Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (FOSDEH), señalan que del 2010 al 2019 el presupuesto para la Secretaría de Seguridad y Secretaría de Defensa, en conjunto, ha aumentado en un 1.16%.

Pese a que cada año aumenta más el presupuesto para “seguridad”, el trabajo no se ve reflejado en acciones concretas, puesto que según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), en el primer trimestre de 2019, las masacres ya superan a la cantidad del año pasado en la misma fecha (19 hasta el momento), y se llevan contabilizadas más 54 personas ultimadas en esos hechos violentos. Asimismo, la cifra de homicidios en 2018 fue de 413, y en lo que va del 2019 ya se registran más de 30.

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Por otra parte, los órganos de seguridad, han sido denunciados y criticados por su supuesta participación en asesinatos de estudiantes y civiles, ya que en reiteradas ocasiones, se ha filtrado videos y fotografías donde supuestos miembros de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), sacan a las personas de sus residencias y los ultiman. Uno de los ultimo casos que se suscitó, fue cuando en un video hecho a base de fotografías, se observa como supuestos agentes de la ATIC, sacan a dos estudiantes del Instituto Técnico Honduras de una vivienda, quienes horas más tarde aparecieron ultimados en un sector denominado “La Montañita”, en Tegucigalpa.

Como era de esperarse, la propuesta de Hernández avivó las alertas en varios sectores de la sociedad.

Armas de fuego, frente a defensores de derechos humanos.

Hedme Castro, defensora de derechos humanos y directora de la organización Aci-Participa, comentó que ella ha vivido “en carne propia” la represión policial no solo desde el ejercicio de su labor de defensoría en Tegucigalpa.

Según lo informó Castro, (el 8 de septiembre de 2017), tres altos oficiales la torturaron a ella y a otros defensores de derechos humanos que daban acompañamiento a un grupo de jóvenes universitarios que estaban siendo objeto de un desalojo en la máxima casa de estudios.

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La defensora dijo que además de que los torturaron, los detuvieron ilegalmente, y les faltaron el respeto, ella estuvo convulsionando producto de los gases lacrimógenos: “me llevaron al hospital y después de que me dieron el alta médica, los policías me dejaron en una calle adyacente al hospital y me dijeron que ya me dejaban en libertad, sin el procedimiento debido y, como es obvio que hay conocimiento de lo que ha sucedido en épocas oscuras de Honduras, yo estaba segura que me iban a disparar, por eso no me quería bajar de la patrulla”, denunció Castro.

“Para mí fue traumaste ver como llevaban a los estudiantes universitarios, como lloraban del dolor y no los atendían y los tiraban como si fueran delincuentes”, se refirió la defensora respecto al desalojo que tuvo lugar en la (UNAH), en la fecha antes señalada.

Pocas horas después de que se llevara a cabo el desalojo, se filtró un video a través de las redes sociales, en el cual se observaba como un grupo de policías bajaban de un “busito” del Comisionado Nacional de Derechos Humanos (CONADEH), a un grupo de estudiantes y a defensores de derechos humanos, y al ir bajando a cada uno de ellos, los efectivos policiales les “roseaban” gas pimienta en la cara, en el video se pudo observar y escuchar la cara de sufrimiento de los estudiantes y los gritos de dolor que desde ellos salían, tanto fue el efecto, que uno de los defensores denunció que perdió casi en un 80% la “tiña” en uno de sus ojos, producto del “gas” que le habían roseado en el rostro.

El 36% del país está concesionado, y dichas concesiones están ubicadas donde hay población, y según Castro, lo que está haciendo el gobierno es desplazamiento forzado, utilizando a las fuerzas policiales para usurpar los bienes naturales de los verdaderos dueños y provocando miseria.

“El objetivo de aumentar los efectivos policiales es mantenerse en el poder, a punta de la fuerza, criminalizar, y asesinar a todo aquel que levante su voz de protesta ante las calamidades y ante la represión”; dijo Hedme Castro.

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Por su parte, Luis Méndez, califica las pretensiones de aumentar los efectivos policiales como una “catástrofe política”, porque lo que se tiene hoy como resultado, es que entre más militarizada está la sociedad, entre más inversión hay en la supuesta seguridad, lo que se ha logrado es: mayores defensores criminalizados, asesinados, mayor amenaza a la libertad de expresión y persecución contra los periodistas que contradicen lo que el gobierno impone a través de su proyecto mediático.

Méndez señaló que no es extraño que el precursor de estas iniciativas, sea los Estados Unidos, ya que la política intervencionista de ese país ha estado “asentada” en inversión en la militarización, y que lo que ha dejado como resultado son golpes de Estado, una sociedad criminalizada, amenazada y aterrorizada, lo cual es financiado también con los recursos del pueblo.

“El Partido Nacional (PN) utilizó los recursos del Estado para ganar este proceso electoral de 2017 con fraude, no democráticamente; entonces, la única manera para contener a un pueblo, las rebeldías de un pueblo, es la fuerza de la bota militar, son las balas” dijo Luis Méndez.

Para Méndez, el titular del Poder Ejecutivo, Juan Orlando Hernández, cada vez se va quedando aislado, por lo que no encontrará un respaldo ciudadano, político e internacional cuando la crisis del país se profundice, y en ese momento a lo único que Hernández podría recurrir es a sus fuerzas militares, ya que solo ellas le dan la certeza de mantenerse en el poder.

Voces apagadas por amenazas y balas policiales y militares.

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Manifestantes simbolizando en cada cruz a los mártires de la crisis post electoral del 2017

“Cinco hombres con capuchas y armas del ejército se llevaron a mi hermano”, cuenta Karla Suazo, hermana de uno de los asesinados el 5 de diciembre de 2017, durante las protestas en contra del “fraude electoral”.

Según cuenta Karla, dos días antes de que asesinaran a su hermano, una persona del Estado Mayor Conjunto le escribió por WhatsApp y le dijo que a su hermano lo tenían “perfilado” como uno de los que estaba organizando las tomas de carreteras (que se dieron después del proceso electoral), y que tenían fotos de él.

Una de esas fotografías, era de cuando se realizó una movilización el 3 de diciembre de 2017 desde el Hospital Escuela Universitario (HEU}, hasta el Instituto Nacional de Formación Profesional (INFOP). En dicha fotografía el hermano de Karla, salía “agarrado” de uno de los portones del HEU, viendo hacia adentro: “Él me mandó esa foto –refiriéndose al miembro del Estado Mayor Conjunto- y me dijo que les estaban enseñando los perfiles que debían seguir, y también me dijo que tenían otra foto en donde él sale en el puente que está por el Tribunal Supremo Electoral (TSE); él me mandó las fotos a mí WhatsApp y después que yo las vi, las eliminó”.

Karla llamó a su hermano y le comentó sobre la información que le habían enviado, a lo que él respondió “no te cagues, eso es mentiras eso es para que ese hombre –Juan Orlando Hernández- se vuelva a robar el triunfo y no lo vamos a permitir”.

El 5 de diciembre, el ahora fallecido llamó a Karla como a las 6 de la tarde y le dijo “que si ya estaba lista” –refiriéndose para ir a protestar- pero Karla le dijo que no, que mejor pusiera las noticias porque ella creía que ya iban a quitar a Hernández de la presidencia porque la policía se estaba uniendo al pueblo a lo que él le respondió que sí, que él ya estaba viendo noticas y que había recolectado mil lempiras para después del “cacerolazo” irse a dejar comida al Core 7. Karla le dijo a su hermano que no iría a la protesta porque estaba sola en la casa, ya que sus hijos estaban de viaje, entonces su hermano le puso “la cacerola” en el teléfono, y luego Karla se vistió y se fue a la protesta con su hermano.

Karla y su hermano acostumbraban a protestar en un puente, uno en cada extremo lideraban las protestas. Una muchacha llegó al otro lado del puente donde se encontraba Karla y le dijo que se llevaban a su hermano, ella corrió para donde su hermano estaba, pero ya se lo llevaban; eran cinco hombres con capucha y con armas del ejército y les dijeron “no nos sigan, solo le vamos a hacer unas preguntas, y si nos siguen, a él le va a ir mal, entonces, su hermano le hizo una mirada –Karla entendió que con ese acto, su hermano le dijo que no lo siguiera- nosotros no los seguimos, y nos dijeron que nos fuéramos para una posta que queda en otra colonia, que allí iba a llegar mi hermano”.

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Karla se fue para el lugar que le habían indicado, sin embargo; pasaron las horas y él nunca aparecía, luego se fue a su casa, lo llamaron para ver si contestaba el teléfono, pero todo fue en vano.

La madre de Karla padecía de diabetes y era hipertensa, y al enterarse de lo que había sucedido con su hijo, se le bajó el azúcar y los vecinos la llevaron a hospitalizarla, y ella junto con sus demás hermanos, seguían a la espera de su hermano desaparecido.

Al día siguiente, un sobrino de Karla (que es taxista), le llamó y le dijo que en la residencial las Uvas habían tirado un cadáver y que él iría a ver, -un escalofrío invadió el cuerpo de Karla- y ella le dijo a su sobrino, que eso no podía ser.

Una hora después de la primer llamada que le hizo el sobrino taxista a Karla, éste la volvió a llamar para preguntarle con qué vestimenta andaba su tío desaparecido, ella le dio las características y al finalizar, el sobrino le dijo “venite, yo le vi los zapatos y creo que es él”. Karla no tuvo valor de movilizase a reconocer a su hermano, por lo que se movilizaron sus otros hermanos y la esposa del fallecido.

Karla se fue a ver a su madre al Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), quien le consultó de inmediato ¿Soltaron a tu hermano? A lo que ella respondió que no, que no sabían nada de él, ya sabiendo que su hermano estaba muerto.

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El hermano de Karla, según dictamen del médico forense, fue asesinado bajo torturas y tenía en su cuello signos de que le habían aplicado “torniquetes”.

Tanto Karla y sus hermanos no sabían si contarle o no a su madre lo que había pasado con el menor de sus hijos, unos estaban en contra y ella estaba a favor de que se le dijera la verdad. Luego de hablar con el medico que atendía a su progenitora, éste les recomendó decirle la verdad. Como era de esperarse, la madre de Karla empeoró, y días después recibió el alta médica.

Cuando aún no se sabía quién había ganado las elecciones, ya que estaban con los votos rurales, la madre de Karla le dijo “va a valer la pena ya vas a ver que van a nombrar a Salvador como presidente, yo sé que a mi hijo no lo voy a recuperar pero ese hombre –Hernández- no se va a quedar en el poder”; sin embargo, después de que declaran a Hernández como presidente, la madre de Karla no volvió a probar comida y pasaba envuelta con una sábana de pies a cabeza, calló en depresión y falleció dos meses después de la muerte de su hijo.

El hermano de Karla dejó tres hijos, el mayor estaba estudiando, pero luego de la muerte de su padre, sacrificó sus estudios para poder trabajar y ayudar a su madre y a sus hermanas, ya que su padre ya no estaba para mantener la familia.

“Luego que mataron a mi hermano, nadie volvió a protestar en el sector donde vivíamos, nosotros no creemos en la policía, es más les tenemos miedo”, dijo la consanguínea del asesinado.

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“A la población le digo que nos tenemos que unir, porque este hombre está sostenido por las armas”.

Un año después del proceso electoral, del 26 de noviembre de 2018, militantes del partido Libertad y Refundación (LIBRE), realizaron una movilización desde el HEU, hasta la nueva Casa Presidencial.
José, es un joven que participó en esa manifestación, y estuvo muy cerca de perder la vida, luego que policías penitenciarios que se trasladaban en un bus grande, comenzaron a hacer disparos contra los manifestantes, y en tal hecho, salió herido un periodista de Une Tv, a quien movilizaron a un centro asistencial, ya que una bala se introdujo en uno de sus brazos.

“Comenzaron a disparar como si nosotros fuéramos animales, el reportero de Une Tv me dijo que me agachara porque estaban disparando”; dijo el joven manifestante.

José recuerda que el reportero de Une Tv gritó que lo habían herido con una bala, pero que nadie lo podía ayudar porque los policías seguían disparando.

Luego del incidente, la Policía Nacional lanzó un comunicado en el cual argumentaba que los manifestantes habían atacado el bus en donde trasladaban “reos”, justificando de alguna manera, lo sucedido en la noche del 27.

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¿Para qué más policías y militares?

Manifestante frente a fusil militar en el golpe de Estado del 2009

Mirtha Gutiérrez, socióloga, dice que los procesos de militarización son para proteger un modelo económico o para mantener un régimen en el poder político.

Según lo informó la socióloga, Honduras cuenta con siete bases militares de Estados Unidos, así como diversas fuerzas policiales nacionales.

El gobierno de Honduras se podría caracterizar como uno de los que hace uso excesivo de la fuerza para mantenerse en el poder y en el control total del Estado, por tanto, el fin de la militarización es resguardar un modelo y un gobierno que siga en el poder y que controle la sociedad, dijo Gutiérrez.

“Fomentan una cultura de miedo y de terror, en el cual, se le vende a la población que entre más policías hay en las calles, mayor seguridad tienen las personas; sin embargo, el actuar desde el 2009, del ejército y de la policía, es violar los derechos humanos y cometer crímenes de lesa humanidad, y son responsables de los asesinatos de niños, jóvenes y adultos” denunció Mirtha.

A las manifestaciones de Mirtha Gutiérrez, también se suma la opinión de Bella Carillo, defensora de derechos humanos, quien es del criterio que en ninguna parte del mundo, la militarización de la sociedad ha funcionado para brindar seguridad y el objetivo de aumentar la policía, es para crear más entes represores que difundan miedo en la sociedad.

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Por otra parte el diputado Darío Morán, del partido LIBRE, dice que está en contra de la propuesta de JOH, ya que según los resultados, no hay disminución de la violencia y dijo que por más que maquillen las estadísticas, como una forma de hacer ver al gobierno que está trabajando en materia de seguridad, los hechos demuestran lo contrario y que por ende, es un fracaso total en temas de seguridad.

“La única manera de mantenerse en el gobierno es con los entes represores, por los militares, y con el apoyo de la embajada de los Estados Unidos”, “los fondos de seguridad no se pueden auditar, no sabemos en qué se invierten” denunció el diputado.

Morán calificó como “lamentable” el papel que ha hecho la policía, los militares y las demás fuerzas de seguridad, ya que debían garantizar la alternabilidad en el ejercicio del poder y en vez de eso lo que hicieron fue reprimir las manifestaciones.

EL congresista dijo que aún no ha llegado a sus manos la propuesta de JOH, pero aseguró que el votará en contra de la misma y que no duda que sus compañeros de bancada hagan lo mismo.

“No caigan en la manipulación mediática, en la cual tratan de justificar con masacres las pretensiones de aumentar el presupuesto de seguridad”, dijo Morán.

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Por otro lado, Migdonia Ayestas, titular del Observatorio de la Violencia de la UNAH, dijo: “Tal pareciera que lo que se busca es impactar en la problemática (asesinatos) para que se aumenten los presupuestos”, al referirse a la propuesta del titular del Poder Ejecutivo.

Según el informe de la Corte interamericana de Derechos Humanos, 23 ciudadanos habrían fallecido a manos de la policía durante las protestas que se dieron después del proceso electoral del 2017, y hasta la fecha ninguno de esos casos ha sido llevado a la justicia hondureña.

Hasta el momento, la propuesta de Juan Hernández no ha sido aprobada por el Congreso Nacional, y para que sea aprobada, requerirá votación de mayoría calificada.

NOTA: en la parte “Voces apagadas por amenazas y balas policiales y militares”, se cambiaron los nombres, esto, a petición de las fuentes.

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