HONDURAS
Aumentan alarmantemente los índices de feminicidio en Honduras
El preocupante aumento del 28.5% en las muertes de mujeres en Honduras genera alarma, superando las 380 víctimas este año y proyectando alcanzar las 400, según datos alarmantes.
Honduras.- La preocupante tendencia al alza en las muertes de mujeres en Honduras ha levantado serias alarmas, según lo expresado por Migdonia Ayestas, coordinadora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH).
Con detalles desgarradores, Ayestas reveló que en lo que va del presente año, más de 380 mujeres han sido víctimas de asesinato, una cifra que proyecta un estimado lamentable de 400 para el cierre del año en curso.
“Es lamentable porque en 2022 se cerró con 308 y este 2023 ya se superan las 380 lo que indica que las muertes seguirán”, expresó Ayestas, enfatizando la gravedad del aumento en estos crímenes.
El análisis mensual revela una cifra impactante: en promedio, 33.3 mujeres han sido asesinadas cada mes, manteniendo un oscuro patrón de una muerte cada 21 horas, una estadística que refleja la urgencia de la situación.
Ayestas destacó el perturbador ciclo de violencia que enfrentan las mujeres en Honduras, señalando que comienza con la violencia psicológica para luego desencadenar violencia física, culminando en la pérdida trágica de vidas.
Los datos revelan que las zonas más afectadas por estos crímenes atroces incluyen el Distrito Central, La Ceiba, Cortés, Comayagua, Copán, Lempira, El Paraíso, Valle y Choluteca, lugares donde se registra una preocupante concentración de estos actos violentos.
Es importante destacar que la mayoría de estos crímenes se perpetran utilizando armas de fuego, lo que subraya la urgencia de abordar la proliferación y el uso indebido de estas armas en la sociedad.
El fenómeno del feminicidio en Honduras no solo exige acciones urgentes por parte de las autoridades, sino también un enfoque integral que aborde las raíces profundas de la violencia de género.
Las voces de las organizaciones civiles y los líderes comunitarios deben unirse en un llamado a la acción para proteger la vida y la dignidad de las mujeres hondureñas, construyendo así un futuro más seguro y justo para todas.
Este preocupante panorama exige una respuesta inmediata y contundente de las autoridades y la sociedad en su conjunto, no solo para investigar y sancionar estos crímenes, sino para erradicar las causas profundas que perpetúan esta violencia inaceptable contra las mujeres en Honduras.