Depuración Policial: Una estrategia orquestada por cárteles

Exoficial denuncia que cárteles nombraron Comisión Depuradora en Honduras para eliminar a policías honestos y facilitar tráfico de drogas.

Honduras.- En una declaración impactante que arroja luz sobre la profunda corrupción dentro de las fuerzas de seguridad de Honduras, el comisionado en condición de retiro, Henry Osorto Canales, ha expuesto una serie de acusaciones graves contra la Comisión Depuradora de la Policía.

Según Osorto Canales, esta comisión, lejos de cumplir su mandato de limpiar la policía de elementos corruptos y mejorar su eficiencia, habría sido manipulada por cárteles de la droga con el objetivo de remover a los oficiales íntegros y colocar en sus puestos a individuos complacientes con el narcotráfico.

“La comisión depuradora fue nombrada por los carteles para sacar a los buenos oficiales y montar los policías que ellos querían tener y permitir el trasiego de 500 toneladas de cocaína que introdujo a Estados Unidos”

De acuerdo con el testimonio de Osorto Canales, la injerencia de los cárteles en la estructura policial no solo ha permitido, sino facilitado el flujo de sustancias ilícitas a través del país, específicamente señalando el trasiego de hasta 500 toneladas de cocaína hacia Estados Unidos.

Esta operación, describe, no hubiera sido posible sin la complicidad y colaboración activa de ciertos sectores dentro de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas de Honduras, así como de algunas organizaciones de la sociedad civil que, según sus palabras, también habrían participado en estos actos ilícitos.

El ex comisionado vincula directamente estas operaciones de narcotráfico con el gobierno del expresidente Juan Orlando Hernández, quien actualmente enfrenta un juicio en Nueva York por cargos relacionados con el narcotráfico.

“No crea que él (Juan Orlando Hernández) anduvo conduciendo los camiones para transportar 500 mil kilos de cocaína de La Mosquitia hasta Florido o El Paraíso en Copán”

Osorto Canales sugiere que Hernández, lejos de ser un actor pasivo, habría tenido un papel activo en la coordinación y logística del transporte de drogas, utilizando para ello vehículos oficiales, incluidas ambulancias y camiones de la policía, así como la colaboración de conductores vinculados a maras y pandillas.

El ex comisionado ve el juicio contra Juan Orlando Hernández como una oportunidad crucial para desmantelar las redes de corrupción y restaurar la confianza en las instituciones del país.

Su testimonio plantea interrogantes serios sobre la efectividad y la integridad de los procesos de depuración policial y subraya la necesidad imperante de establecer mecanismos de vigilancia y rendición de cuentas más robustos.

Este escenario, marcado por revelaciones perturbadoras, exige una respuesta decidida no solo de las autoridades sino de la sociedad en su conjunto.