Salud
Estrategias para activar la dopamina y potenciar la felicidad
En la búsqueda constante de la felicidad, la revista National Geographic destaca cinco prácticas respaldadas por la ciencia para estimular la dopamina, la hormona clave de la felicidad.
Salud.- Todos anhelamos la felicidad, pero su significado es tan diverso como individuos existen.
Según el profesor de psicología de Harvard, Tal Ben-Shahar, la felicidad se entiende como «el bienestar de toda la persona», variando para cada individuo.
Arthur Brooks, científico social de Harvard, sostiene que la felicidad es una dirección, no un destino, y se construye gradualmente en el camino de la vida.
La prestigiosa revista National Geographic propone que la felicidad puede influenciarse al entender que las emociones tienen su origen en reacciones químicas cerebrales. Identifica cinco hábitos para activar hormonas como la serotonina, endorfinas, dopamina y oxitocina.
1. Ponerle nombre a las emocione
Reconocer y nombrar nuestras emociones es el primer paso para gestionarlas.
Según estudios, etiquetar sentimientos frena la actividad de la amígdala, facilitando la comprensión y aceptación emocional.
2. Cultivar Relaciones Sociales
La conexión social, según el Estudio sobre Desarrollo Adulto de Harvard, contribuye al bienestar.
Incluso lazos sociales débiles estimulan la creatividad y la adaptabilidad, demostrando que cualquier interacción social puede aportar felicidad.
3. Hacer Ejercicio físico
El ejercicio libera endorfinas, neurotransmisores vinculados al placer emocional.
Investigaciones sugieren que la actividad física aporta más felicidad que la riqueza material, promoviendo la salud mental.
4. Dar y recibir abrazos
El contacto físico, como abrazos, reduce el cortisol y favorece la liberación de oxitocina y serotonina.
Este gesto, respaldado por estudios, mitiga estados de ánimo negativos y ofrece una sensación de protección que reduce el estrés.
5. Hablarse a uno mismo en positivo
El diálogo interno positivo es fundamental. Cambiar la autoexigencia por un enfoque positivo, según la investigación de la Universidad de Michigan, mejora la autoestima y condiciona comportamientos futuros.
Integrar estos hábitos en la rutina diaria puede predisponernos a la felicidad, guiándonos hacia un camino más adecuado para alcanzarla. La ciencia respalda la capacidad de modular nuestras emociones y construir un bienestar sostenible.