HONDURAS
Caficultura hondureña en riesgo
La caficultura hondureña enfrenta una grave crisis que amenaza su supervivencia, advierten expertos del sector cafetalero.
Honduras.- La caficultura hondureña enfrenta una amenaza existencial, según las preocupantes declaraciones de Roberto Salazar, un experimentado productor de café en el país.
Salazar, quien ha estado involucrado en el sector durante años, emitió una seria advertencia hoy, señalando que si no se toman medidas inmediatas, este vital rubro podría desaparecer en un futuro cercano.
Hace apenas cinco años, Honduras ostentaba una producción robusta de 11.5 millones de quintales de café.
Sin embargo, este impresionante número se ha reducido drásticamente a cinco millones de quintales en la actualidad.
Lo que es aún más alarmante es la proyección sombría que presenta Salazar: en un lapso breve, la producción podría desplomarse a apenas dos millones de quintales, si no se toman acciones correctivas de forma urgente.
Los factores que contribuyen a esta inminente crisis son diversos y complejos. Salazar destaca el impacto significativo del precio internacional del café, que ha experimentado fluctuaciones notables en los últimos años.
Además, el cambio climático ha generado condiciones ambientales adversas que afectan directamente la calidad y cantidad de la cosecha. Por si fuera poco, la escasez de mano de obra agrícola complica aún más la situación, dificultando la recolección oportuna y eficiente del café en las plantaciones.
Ante este panorama desafiante, Salazar hace un llamado enérgico a las autoridades hondureñas, instándolas a tomar medidas concretas y decisivas para salvaguardar el futuro de la industria cafetalera del país.
Sin intervención gubernamental inmediata y eficaz, advierte, el destino de este sector vital pende de un hilo.
En Honduras, más de 120 mil productores dependen directamente de la caficultura para su sustento, contribuyendo significativamente a la economía nacional.
La mayoría de estos productores operan en una escala pequeña, pero su labor genera aproximadamente un millón de empleos en diversas etapas del proceso de producción y comercialización, desde el cultivo hasta el transporte.
Sin embargo, el fenómeno de la migración complica aún más la situación. La falta de mano de obra se agrava por la emigración de trabajadores del campo hacia otros destinos, dejando vacantes críticas en las fincas cafetaleras.
Además, muchos pequeños productores optan por abandonar sus tierras en busca de mejores oportunidades en el extranjero, exacerbando la crisis que enfrenta la industria.
A pesar de los desafíos y el declive reportado por los productores, el café sigue siendo una fuente primordial de divisas para Honduras, representando una parte significativa de las exportaciones del país centroamericano.
Sin embargo, este hecho no debe subestimar la gravedad de la situación actual ni diluir la urgencia de la acción.
La caficultura hondureña enfrenta una encrucijada decisiva. La inacción no es una opción.
Se requiere un esfuerzo coordinado y decidido por parte de las autoridades, los productores y otros actores relevantes para revertir esta tendencia negativa y asegurar la viabilidad a largo plazo de uno de los pilares fundamentales de la economía hondureña.