¿Retroceso humano? Informe del PNUD revela el peor frenazo en 35 años

Un nuevo informe del PNUD revela el avance más bajo en desarrollo humano desde 1990 y propone a la inteligencia artificial como motor de transformación.

Bruselas, Bélgica.- El desarrollo humano atraviesa un período de desaceleración sin precedentes, según advierte el nuevo Informe sobre Desarrollo Humano 2025 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), presentado este martes.

A pesar del fin de las crisis excepcionales derivadas de la pandemia de COVID-19 y la inestabilidad global de 2020-2021, el progreso no ha logrado consolidarse, registrando el crecimiento más débil en más de tres décadas.

El documento, titulado “Un llamado a decidir: personas y posibilidades en la era de la Inteligencia Artificial”, pone en evidencia que el Índice de Desarrollo Humano (IDH) –que combina indicadores de salud, educación e ingresos– ha mostrado un estancamiento generalizado en todas las regiones del planeta durante 2024. Este freno en el desarrollo, que excluye los peores años de la crisis pandémica, representa el incremento más bajo del IDH desde que se tiene registro en 1990.

El informe lanza una seria advertencia: si esta tendencia se consolida como una nueva normalidad, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijados para 2030 podrían postergarse por décadas. Achim Steiner, administrador del PNUD, fue contundente: “Durante años avanzamos hacia un mundo con desarrollo humano muy alto para 2030, pero esta desaceleración representa una amenaza muy real para ese objetivo. Un mundo más dividido y vulnerable podría convertirse en nuestra realidad”.

Crece la brecha entre países ricos y pobres

Uno de los hallazgos más alarmantes del informe es el aumento sostenido de la desigualdad entre países con IDH bajo y aquellos con IDH muy alto, una tendencia que se ha mantenido durante los últimos cuatro años. Este retroceso revierte años de progreso que mostraban una paulatina reducción de las brechas entre países.

Las naciones con menor nivel de desarrollo enfrentan presiones agravadas por factores como el endeudamiento externo, las tensiones comerciales y una industrialización que no genera empleos en la misma medida que en el pasado. En este contexto, las rutas tradicionales hacia el desarrollo parecen estar perdiendo vigencia, según alerta el PNUD.

Inteligencia Artificial: un camino para reactivar el desarrollo

Frente a esta encrucijada, el informe propone mirar hacia la Inteligencia Artificial como una herramienta de transformación, aunque advierte que su implementación debe centrarse en las personas. “La IA no es una panacea, pero sí puede abrir nuevas vías y posibilidades si se utilizan sus capacidades con enfoque ético, humano y sostenible”, explicó Steiner.

El documento destaca el potencial de la IA en sectores clave como la educación, la salud y el empleo, especialmente en países con IDH bajo y medio. Una encuesta global incluida en el informe revela que el 70 % de los ciudadanos de estas naciones cree que la IA incrementará su productividad y facilitará el acceso a servicios esenciales. A nivel general, seis de cada diez encuestados se muestran optimistas respecto al impacto positivo que la IA puede tener en su vida laboral.

Además, la percepción del riesgo es limitada: solo un 13 % teme que esta tecnología provoque una destrucción masiva de empleos. Por el contrario, existe una expectativa extendida de que la IA contribuirá a generar nuevas oportunidades laborales, aún inexistentes hoy.

Llamado a un «reinicio» global

El PNUD sostiene que este es el momento de repensar los modelos de desarrollo y gobernanza tecnológica, proponiendo un reinicio que tenga como eje central la equidad, la sostenibilidad y el bienestar humano. “En medio de esta agitación global, debemos explorar con urgencia nuevas fórmulas para reimpulsar el desarrollo”, enfatizó Steiner.

El informe concluye con una invitación a los Estados, al sector privado y a la sociedad civil a tomar decisiones responsables en el uso de la inteligencia artificial. Solo así, sostiene el organismo, podrá esta poderosa herramienta convertirse en un catalizador para cerrar brechas históricas y recuperar el rumbo hacia un desarrollo humano inclusivo y sostenible.

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