Economía
Gobierno de Honduras sigue quedando fuera del apoyo internacional: pierde más de 200 millones de dólares de la MCC
Tegucigalpa.- El gobierno de Honduras sufrió un golpe diplomático y financiero este año: volvió a quedar excluida de los fondos de la Corporación del Reto del Milenio (MCC), luego de reprobar varios indicadores clave en la evaluación del año fiscal 2026. Esto significa que el país no podrá acceder a más de 200 millones de dólares no reembolsables para proyectos de infraestructura y desarrollo productivo.
La decisión deja al descubierto, una vez más, las debilidades institucionales del régimen actual. En la última evaluación la MCC identificó grandes fallas en control de la corrupción (puntaje de –0.54), eficacia gubernamental (–0.46), Estado de derecho (–0.61), y libertad de información (solo 48 %), todos por debajo de los estándares exigidos para calificar. Estos valores reflejan una crisis crónica de gobernanza que no ha sido resuelta por el actual gobierno.
Pese a que en indicadores sociales Honduras ha mostrado avances —como mejoras en salud infantil, protección ambiental o gasto en salud—, para la MCC esos progresos no compensan las fallas en transparencia y rendición de cuentas. Es precisamente en esos temas donde la organización norteamericana pone énfasis más fuerte para asignar recursos, y el país ha fracasado.
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Analistas locales y observadores internacionales coinciden: los escándalos recientes (como los narco-videos), la parálisis en la instalación de la CICIH (Comisión Internacional contra la Impunidad en Honduras) y los cuestionamientos a altos funcionarios han erosionado la confianza internacional. Esa desconfianza se traduce en indicadores bajos, que ahora le cierran las puertas a la MCC.
Varios expertos ya advierten que, si el próximo gobierno quiere recuperarse ante la MCC y volver a competir por esos fondos, debe emprender reformas profundas: crear una unidad especializada para monitorear en tiempo real los indicadores, fortalecer la independencia judicial, impulsar una política de combate a la corrupción con resultados reales y recuperar la credibilidad institucional.
Sin esos cambios estructurales, el panorama es sombrío: Honduras corre el riesgo de quedarse relegado en inversión internacional clave. Y mientras tanto, sigue pagando el costo de una gestión que no logra convencer a organismos multilaterales de que merece una segunda oportunidad.
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