Orellana: Captura de extraditables revela vulnerabilidad judicial en Honduras

La captura de un extraditable expone la fragilidad del sistema judicial hondureño, resaltando su incapacidad para enfrentar a narcotraficantes y corruptos, señala Edmundo Orellana.

Honduras.- La reciente captura de Mario José Cálix Hernández, exvicealcalde de Gracias, subraya la vulnerabilidad del sistema judicial hondureño ante el narcotráfico y la corrupción.

Este viernes, el exministro de Transparencia, Edmundo Orellana, expresó su crítica a través de la red social «X».

Cada captura de extraditable es prueba irrefutable de la debilidad de nuestro sistema de justicia frente a los narcos y corruptos, a quienes garantiza impunidad hasta que USA solicita su extradición.

— Edmundo Orellana (@mundoorellana) June 21, 2024

Orellana argumentó que los delincuentes de alto perfil disfrutan de impunidad en Honduras hasta que Estados Unidos solicita su extradición.

«Cada captura de extraditable es prueba irrefutable de la debilidad de nuestro sistema de justicia frente a los narcos y corruptos», reprochó en su publicación.

Detención de Cálix

Más temprano, agentes de la Policía Nacional detuvieron a Cálix Hernández en una hacienda en el departamento de Olancho.

A Cálix Hernández, también conocido como “Cubeta” se le considera un supuesto socio del narcotraficante “Tony” Hernández.

Esta detención se produjo cuatro días después de que la Secretaría de Seguridad revelara los nombres de 16 individuos buscados por Estados Unidos por delitos de narcotráfico.

Cálix Hernández, uno de los mencionados en esta lista, tenía una recompensa de un millón de lempiras por información que llevara a su captura.

La captura de Cálix Hernández es significativa, no solo por su implicación en actividades ilícitas, sino también por lo que refleja sobre la capacidad del sistema judicial hondureño para manejar casos de corrupción y narcotráfico sin la intervención externa.

El hecho de que se requiera la presión de un gobierno extranjero para actuar contra estos individuos pone en evidencia una preocupante debilidad institucional, según lo señaló Orellana.

Este evento refuerza la percepción de que el sistema judicial hondureño carece de la eficacia necesaria para enfrentar a criminales de alto perfil.

La dependencia de solicitudes de extradición de Estados Unidos subraya una deficiencia crítica en la capacidad de impartir justicia de manera autónoma y efectiva.

La captura de Cálix Hernández también plantea interrogantes sobre la efectividad de las recompensas ofrecidas por información sobre fugitivos.

Aunque no se ha confirmado si un cazarecompensas contribuyó a su detención, la rapidez con la que se produjo la captura tras la publicación de la lista sugiere que la estrategia puede tener algún impacto, aunque limitado.