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Clima

¡Crisis climática sin precedentes!: Océanos en su punto más caliente

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Récord histórico en la temperatura superficial del mar en 2024 alerta sobre el impacto creciente del cambio climático global.

Honduras.- La temperatura superficial del mar (TSM) alcanzó niveles inéditos en marzo de 2024, marcando un récord histórico con 21,07 °C, un incremento que prolongó la serie de ascensos extraordinarios observados desde mayo de 2023.

Este aumento está estrechamente vinculado con el desarrollo de la corriente cálida de El Niño, un fenómeno climático que recorre el océano Pacífico de sur a norte, afectando principalmente la región sudamericana.

El informe del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) de la Unión Europea destaca que, aunque el último episodio de El Niño fue «más débil» en comparación con fenómenos previos, su impacto fue notable.

Desde su inicio en mayo de 2023 hasta mediados de 2024, las temperaturas de la TSM promediaron 20,87 ºC, 0,51 ºC por encima del promedio de 1991-2020, superando los récords previos de 2023 (20,80 ºC) y 2016 (20,61 ºC).

Este aumento de temperatura no fue una anomalía pasajera

A lo largo de 15 meses consecutivos, la TSM registró valores récord, notablemente más altos que los de años anteriores, aunque el episodio de El Niño no alcanzó la intensidad de los registrados entre 1982-1983, 1997-1998 y 2015-2016.

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Entre julio y diciembre de 2024, a pesar de la atenuación del fenómeno, la TSM continuó por encima de los valores promedio históricos, posicionándose como la segunda más cálida para esa época.

Esto refleja una persistencia preocupante en el ascenso de las temperaturas oceánicas, incluso después de la fase más activa de El Niño.

El informe también señala que la TSM en diciembre de 2024 fue superior a la de diciembre de 2015, cuando se observó uno de los picos más altos de El Niño en la historia reciente.

Efectos de las altas temperaturas

Las anomalías de temperatura oceánica afectaron más del 27% del océano global, especialmente en el Atlántico tropical, el Índico, el Pacífico occidental y zonas del sur.

A medida que el fenómeno de El Niño daba paso a condiciones más neutrales de La Niña a inicios de 2024, las temperaturas en el Pacífico oriental volvieron a sus promedios históricos de 1991-2020.

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Sin embargo, el impacto de los récords de TSM fue evidente, especialmente en el centro y este del mar Mediterráneo, el mar Negro y el mar de Noruega, donde las temperaturas alcanzaron máximos históricos. En todas estas áreas, las olas de calor marinas fueron frecuentes.

Este aumento extremo de la temperatura superficial del mar no solo afecta las condiciones meteorológicas globales, sino que también tiene consecuencias devastadoras para los ecosistemas marinos.

Según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos, este fenómeno contribuyó a un «evento global de blanqueamiento de corales», una amenaza para los arrecifes que sustenta una biodiversidad crítica para la salud de los océanos.

El impacto de estos récords de temperatura no solo subraya la magnitud de los cambios climáticos actuales, sino que también resalta la urgente necesidad de abordar la crisis climática global.

Las variaciones extremas en las temperaturas oceánicas son una señal de alerta que requiere respuestas inmediatas y coordinadas para mitigar los efectos de fenómenos como El Niño, que tienen repercusiones profundas en la biodiversidad, la pesca, y los sistemas meteorológicos que afectan a millones de personas en todo el mundo.

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