EE.UU. pide testimonio anónimo en juicio de JOH

Gobierno de EE. UU. pide a Corte de New York que admita testimonio de un exoficial bajo seudónimo en juicio de JOH.

New York.- El Departamento de Justicia de los Estados Unidos ha instado a la Corte del Distrito Sur de Nueva York a permitir el testimonio bajo seudónimo de un exoficial de la ley, en el marco del juicio contra el expresidente hondureño Juan Orlando Hernández.

Este pedido subraya la complejidad y la sensibilidad del caso, que tiene implicaciones directas en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado en América Latina.

El exoficial, identificado solo como «Oficial-2», está previsto que proporcione detalles críticos mediante el testimonio de extractos de conversaciones interceptadas en 2015 por autoridades hondureñas.

Estas comunicaciones implican directamente a Yulan Adonay Archaga Carías, conocido por los alias «Porky», «Alexander Mendoza» y «Mendoza», quien es una figura prominente dentro de la Mara Salvatrucha (MS-13), una de las organizaciones criminales más notorias y violentas del hemisferio.

La solicitud del Departamento de Justicia enfatiza la importancia de estas grabaciones en el proceso judicial contra Hernández, acusado de tener vínculos con el narcotráfico y actividades criminales relacionadas con la MS-13 durante su mandato presidencial (2014-2022).

El testimonio del «Oficial-2» busca verificar la autenticidad de las grabaciones interceptadas y su relevancia para el caso, bajo las estrictas reglas de evidencia de EE.UU. y los tratados internacionales pertinentes.

Este procedimiento destaca no solo por su implicación en la lucha contra el narcotráfico sino también por el nivel de protección solicitado para el testigo.

El Departamento de Justicia ha compartido la identidad del oficial con la defensa, asegurando la transparencia del proceso, mientras busca proteger la seguridad del testigo y su familia, dada la naturaleza peligrosa de los individuos implicados.

Este caso representa un eslabón crítico en la cadena de esfuerzos internacionales para abordar las raíces y las ramificaciones del narcotráfico y la violencia de las pandillas, desafiando a las instituciones judiciales a adaptarse y responder efectivamente a las complejidades del crimen transnacional en el siglo XXI.

La resolución de este juicio podría tener repercusiones significativas, no solo para los involucrados directamente, sino también en el marco más amplio de la cooperación internacional en materia de justicia y seguridad.

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