Empresarios critican declaraciones del ministro del INA ya que «desalientan» la inversión extranjera

Declaraciones del ministro del INA desatan críticas por parte de líderes empresariales, ya que son «nefastas» y «desalientan» la inversión extranjera.

Honduras.- El ambiente económico de Honduras se ve afectado por las recientes declaraciones del ministro del Instituto Nacional Agrario (INA), Francisco Fúnes.

Esto, según indicó el empresario Alberto Bográn, del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep).

Las afirmaciones de Fúnes niegan el aumento de invasiones de tierras y sugieren que los empresarios no están dispuestos a invertir en seguridad, ante esto, Bográn las califica de «nefastas».

Bográn subraya que estas declaraciones desalientan la inversión extranjera al socavar la percepción de seguridad jurídica y física en el país.

Para él, es crucial que los funcionarios públicos promuevan un entorno propicio para los negocios, asegurando a los potenciales inversores que sus inversiones estarán protegidas.

«Es nefasto que funcionarios brinden este tipo de declaraciones», comentó Bográn, señalando que tales mensajes no solo afectan a las fincas rurales, sino también a los locales urbanos, ampliando el impacto negativo en la economía local.

Las tensiones surgieron luego de que Fúnes expresara públicamente que los empresarios esperan que el INA actúe como guardián de sus propiedades, sugiriendo que no están dispuestos a invertir en su propia seguridad.

 «Los empresarios quieren que nosotros seamos guardianes y pongamos soldados para cuidar las propiedades. No quieren hacer nada, no quieren gastar en seguridad. Ya no es problema de nosotros, es como si cualquiera no protegiera su casa»

Este enfoque, según Bográn, perpetúa la desconfianza y el escepticismo entre los inversionistas extranjeros.

«Este tipo de declaraciones no le hacen ningún beneficio al país, solo le hacen daño»

En respuesta, Bográn y otros líderes empresariales recalcan que tales declaraciones no solo son contraproducentes, sino que también pueden dañar irreparablemente la reputación del país como destino para la inversión extranjera.