En zozobra vive comunidad latina en Texas

El vecindario Colony Ridge en Houston, Texas, enfrenta temores y estigmatizaciones ante acusaciones de ser un refugio para indocumentados y narcotraficantes.

Houston, (EE.UU.).- En el tranquilo vecindario de Colony Ridge, ubicado en Houston, Texas, la comunidad latina enfrenta una atmósfera cargada de aprehensión y desconfianza.

Las recientes etiquetas de «imán de indocumentados» y «santuario de narcotraficantes» han oscurecido la vida diaria de miles de residentes, generando un miedo colectivo que limita sus actividades cotidianas.

Yelva Cortés, una residente de 35 años proveniente de Michoacán, México, ha experimentado en carne propia este cambio. A pesar de haber establecido su hogar en esta zona hace más de una década, la sensación de temor se ha arraigado en su rutina.

«La gente y toda mi familia acá que está indocumentada casi no sale; solo hacemos lo básico», compartió Cortés en una entrevista con EFE.

Las conjeturas difundidas por legisladores republicanos y medios conservadores han desencadenado una reacción gubernamental.

El gobernador de Texas, Greg Abbott, asignó más de 40 millones de dólares para patrullar el área, como parte de la polémica ley antiinmigrante SB3.

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Esta legislación, junto con la SB4, ha levantado críticas y preocupaciones legales por su impacto en la población migrante.

La SB4 permite la expulsión inmediata de personas sin juicio previo, mientras que la SB3 convierte en delito grave el ingreso irregular al estado, amenazando con hasta 20 años de prisión para los reincidentes.

Estas medidas, programadas para entrar en vigencia en los próximos meses, han desencadenado una demanda del Departamento de Justicia de Estados Unidos por considerarlas «anticonstitucionales».

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«Voy a vivir aquí, pero no voy a salir. No me queda otra opción. Espero que esas leyes sean anuladas porque nosotros solo queremos salir adelante sin hacer daño a nadie», sostuvo Cortés sobre su futuro inmediato.

Ser propietario de una vivienda se ha vuelto inalcanzable para muchos en los últimos años. CNN cita que “se requiere el 38,6% del ingreso familiar medio” para hacer frente a los pagos mensuales.

La incertidumbre se mezcla con preocupaciones adicionales entre los residentes

Ernesto López, originario de El Salvador, reflexiona sobre las noticias de incremento en el patrullaje con una perspectiva más calmada debido a su estatus legal. Sin embargo, los desafíos persisten, como las acusaciones contra una empresa constructora y financiera que ofrece hipotecas con términos difíciles de cumplir.

La querella del Departamento de Justicia señala que la firma Colony Ridge Development LLC ha empleado tácticas de venta que sobrepasan la capacidad de pago de los compradores, generando gastos inesperados tras la adquisición de propiedades.

Carolina Martínez, hondureña de 28 años, expresa su inquietud por la posibilidad de ser detenida debido a la falta de documentos en un eventual escenario de mayor control policial.

A pesar de las dificultades financieras, ha encontrado en Colony Ridge una oportunidad para tener propiedad propia, aunque las condiciones de pago presenten desafíos.

Aunque admite que los intereses son altos, dice que es lo mejor que ha podido encontrar. Eso sí, asegura que ha oído hablar de las penalidades cuando se retrasa con el pago mensual de la hipoteca y de los servicios comunes.

«Pero lo que más me preocupa y me da miedo es que si empiezan a patrullar por acá no voy a poder usar mi automóvil porque los policías tendrán la potestad de pedirme los documentos, y no los tengo», puntualizó.

Este panorama ha generado un ambiente de ansiedad y precaución entre los residentes, quienes anhelan un futuro sin barreras legales y estigmatizaciones.

La incertidumbre respecto al impacto de las nuevas leyes en sus vidas diarias persiste, mientras aguardan una resolución que les permita avanzar sin temor ni restricciones innecesarias.