Escalada mortal en 2024: Mujeres víctimas de la violencia

Trágica realidad en Honduras: Tres días del 2024, tres vidas perdidas. El flagelo de la violencia de género sigue cobrando un precio inaceptable en la sociedad hondureña.

Honduras.- En los primeros tres días del nuevo año, Honduras ha sido testigo de una trágica constatación: el registro de un número idéntico de muertes violentas de mujeres, equivalente a una diaria.

La preocupante revelación fue comunicada por la directora del Observatorio Nacional de la Violencia del Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad (ONV-IUDPAS) de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Migdonia Ayestas, en un informe emitido este jueves.

Este alarmante patrón de violencia de género ha llevado a Ayestas a lamentar la escalada en esta problemática. En su expresión, resalta la urgente necesidad de tomar medidas decisivas para poner fin a este ciclo de violencia contra las mujeres.

Uno de los puntos álgidos abordados por la directora del IUDPAS es la cruda realidad de la impunidad que rodea a estos casos.

“El problema es que hay tantas muertes violentas y tan pocos capturados, al final el tapón que cierra esa botella de inseguridad hacia las mujeres es la impunidad”.

En este sentido, subrayó la imperiosa necesidad de que la sociedad manifieste su rechazo categórico hacia cualquier forma de violencia contra las mujeres.

La ausencia de medidas contundentes podría resultar en una repetición del fatídico año pasado, en el que más de 300 mujeres perdieron la vida de manera violenta, advirtió.

Insistiendo en la urgencia de tomar acciones efectivas, la directora del observatorio hizo un llamado a emprender medidas preventivas de manera inmediata para frenar esta escalada de violencia de género.

“Lo grave de esto y lo que se evidencia es que son hombres los que están quitándole la vida a las mujeres”, enfatizó Ayestas al concluir su análisis.

La preocupación ante este aumento de muertes violentas de mujeres en Honduras implica la urgente necesidad de una respuesta colectiva.

La sociedad hondureña enfrenta un desafío crucial para erradicar esta violencia arraigada, exigiendo medidas efectivas y la pronta acción de las autoridades competentes para proteger y garantizar la seguridad de todas las mujeres en el país.