¡Hasta el cuello!: Microempresarios hondureños por apagones y extorsión

La crisis energética y la extorsión están asfixiando financieramente a las pequeñas empresas hondureñas, según expertos económicos.

Honduras.- En medio de la oscuridad que envuelve a Honduras, las pequeñas empresas se ahogan en pérdidas económicas y enfrentan el cierre a un ritmo alarmante.

Según declaraciones del doctor en economía, Nelson Lobos, al menos seis pequeñas empresas cierran sus puertas diariamente.

Esto debido a la crisis energética que atraviesa el país, y que mantiene sumido al territorio en contantes apagones.

Los apagones frecuentes y las interrupciones en el suministro eléctrico están causando estragos en la economía hondureña.

Esta situación no solo genera enormes pérdidas económicas, sino que también plantea serias dificultades para los empresarios.

Convirtiendo el tema de la energía eléctrica en un punto crítico para los inversionistas.

Con cortes de energía que se repiten diariamente, la producción se vuelve extremadamente complicada y los costos aumentan considerablemente.

Los empresarios se ven obligados a absorber estos costos adicionales, lo que repercute inevitablemente en los consumidores finales.

«El pueblo, pueblo es el que al final paga las consecuencias» de esta falta de planificación y estrategia a largo plazo por parte de los gobiernos.

Que parecen reaccionar solo ante emergencias, subrayó el economista.

Lobos agregó que las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMEs) son las más afectadas por esta situación.

Muchas de ellas carecen de la capacidad para adquirir una planta de energía que les permita mantener sus operaciones durante los cortes de energía, lo que las lleva al cierre.

Extorsión: Un obstáculo para empresas hondureñas

Pero los desafíos no se detienen ahí. La extorsión también está asfixiando financieramente a las empresas hondureñas.

La presión ejercida por los extorsionadores hace que sea virtualmente imposible para muchas empresas subsistir en el país, explicó Lobos.

Para el profesional de la economía, la combinación de apagones constantes y el flagelo de la extorsión está teniendo un impacto devastador en el tejido empresarial de Honduras.

Poniendo en riesgo la estabilidad económica y el sustento de miles de personas, y contribuyendo al aumento del desempleo y la migración.

La situación exige acciones urgentes por parte de las autoridades para abordar tanto la crisis energética como el problema de la extorsión.

Con el fin de evitar un mayor deterioro en la economía y proteger el futuro de las empresas y la población hondureña.

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