«JOH está bien de salud física y mental», dice la exprimera dama, Ana García

La exprimera dama Ana García de Hernández, habló nuevamente sobre su esposo Juan Orlando Hernández, quien se encuentra recluido en New York, Estados Unidos.

En ese sentido, aseguró que Hernández está bien de salud física y mental, preparándose mucho para el juicio que enfrentará el próximo 5 de febrero de 2024.

García reveló que habla regularmente con el expresidente, pero solo vía teléfono y por llamada normal, porque en la cárcel no se pueden hacer videollamadas.

“Nos mantenemos en contacto por correo electrónico, videollamada no existen desde ese lugar son llamadas normales”, manifestó.

«A veces las llamadas solo duran un minuto, otras dos o tres, pero lo aprovechan muy bien para informarse uno del otro y darse ánimos», agregó.

Dijo que el exmandatario se encuentra estudiando mucho su caso y trabajando con equipo de abogados de la defensa, para estar preparados para el juicio.

Después de 20 meses desde que fue extraditado su esposo, no lo han vuelto a ver “porque nuestras visas fueron revocadas”; sin embargo, enfatizó que en su familia hay mucho optimismo porque están convencidos que Juan Orlando Hernández, es inocente y se comprobará.

«Juan Orlando está afianzado en la fe, pero también en las convicciones que él tiene, en lo que él hizo como presidente sabiendo que siempre fue recuperar la paz y la seguridad de nuestro país», añadió.

“Y sus acciones quedarán demostradas en este juicio donde se va a acreditar que cada una de estas acusaciones y cargos no tienen más sustento y no tienen ningún fundamento, más que las declaraciones de hombres confesos asesinos, delincuentes, narcotraficantes que se están vengando del único presidente que los combatió de frente”, señaló.

“Así que esperamos ese día del juicio el próximo 5 de febrero para que la verdad salga a la luz y que Juan Orlando pronto pueda estar con nosotros».

Confesó que si se cumple y el expresidente resulta inocente y retorna continuarán en política, dijo que no que ese capítulo finalizó en sus vidas y que desde antes de salir de la presidencia ya hablaban de vivir una vida normal con sus hijos y nietos.