JOH
Juan Orlando Hernández condenado a 45 años de prisión
Estados Unidos.- El expresidente hondureño Juan Orlando Hernández Alvarado fue sentenciado hoy a 45 años de prisión por la Corte del Distrito Sur de Manhattan.
Hernández, quien gobernó Honduras entre 2014 y 2022, fue declarado culpable de conspirar para importar cocaína a los Estados Unidos.
Así como para conspirar para usar y portar ametralladoras y dispositivos destructivos durante la conspiración, y posesión de armas de fuego.
La defensa mantiene su inocencia
Previo a la lectura de la sentencia, el abogado defensor Renato Stabile declaró que su cliente mantiene su inocencia.
Stabile también se opuso al artículo 36, que incluye cinco asesinatos.
Ante este escenario el juez Kevin Castel propuso agregar «Fuentes Ramírez participó en 5 asesinatos».
Castel también señaló una mejora por obstrucción a la justicia, sugiriendo que Hernández testificó falsamente sobre no conocer a Giovani Fuentes Ramírez ni a Arnulfo Valle, a pesar de existir evidencia fotográfica, de un partido en el mundial.
Declaraciones del expresidente
En su intervención, Hernández afirmó: “soy inocente, se omitió información, como presidente del Congreso pedí reunirme con el Departamento de Estado de Estados Unidos para decirles que estábamos preparados para la ley de extradición”.
Hernández también cuestionó la solicitud de $25 millones, alegando que ni siquiera tenían $3 millones y denunciando la justicia selectiva.
«No conocía a Arnulfo Valle… ¿Esta solicitud de $25 millones? Ni siquiera tenemos $3 millones. Esta es la justicia selectiva»
El exmandatario criticó a los fiscales y a la DEA, mencionando que los delincuentes vendían historias falsas y que había sido elogiado por presidentes estadounidenses como Obama, Trump y Biden.
«Esto es un linchamiento, pero luego se sabrá la verdad»
En su defensa, JOH, expuso que «Hoy es el Día Internacional contra el narcotráfico, pero los criminales han prevalecido».
Señaló que su primer abogado estaba enfermo, y después se nombró a Stabile, quien dijo que necesitaba más tiempo, sin embargo, este fue negado.
«Me arrojaron a un río profundo con las manos atadas»
En su declaración, el exmandatario continuó afirmando que los políticos locales tacharon a su gobierno de narcodictadura. Sin embargo, el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de los Estados Unidos (SFRC) sostuvo lo contrario.
Ante los argumentos de Hernández, el juez Castel lo interrumpió diciendo: «Por favor, concluya».
El expresidente Hernández citó a Martin Luther King Jr., quien dijo que una injusticia en cualquier lugar es una amenaza para la justicia en todas partes, además de mencionar a Dante. Afirmó que hoy se condena a un inocente.
Finalmente, expresó su gratitud hacia su esposa e hijos, solicitando protección para ellos.
Considera que está siendo objeto de un linchamiento, pero confía en que la verdad saldrá a la luz. y responsabiliza a Estados Unidos por su situación actual y pide que lo dejen permanecer en MDC.
Finalmente, hace un llamado a detener las persecuciones políticas en su contra.
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La posición de la Fiscalía
El representante de la Fiscalía señaló que Hernández transformó a Honduras en un narcoestado, afirmando que el expresidente buscaba poder y dinero a través del tráfico de cocaína.
“Hubo asesinatos. Los traficantes se convirtieron en políticos y los políticos se convirtieron en traficantes. Lo convirtió en un narcoestado. Quería dinero y poder a través de la cocaína. Quería meterles la droga en la nariz a los gringos. Se merece cadena perpetua”
Según la Fiscalía, Hernández merecía cadena perpetua.
Por su parte, el juez Castel destacó que el acusado apareció por primera vez en mayo de 2022 y que el juicio fue pospuesto en múltiples ocasiones.
Se le asignaron dos abogados financiados con fondos públicos, además de uno contratado por él mismo bajo la misma modalidad. Durante el proceso, el acusado experimentó diez huelgas de jurados sin una explicación clara, señaló el juez.
El juez Castel prosiguió señalando que el acusado fue condenado por unanimidad por tres delitos durante el juicio.
No obstante, enfatizó que no enfrenta cargos por corrupción en Honduras, lo cual, según él, corresponde al pueblo hondureño.
Además, mencionó que el acusado frustró esfuerzos para detener a narcotraficantes, haciendo uso de sus habilidades en actuación.
En su disertación, el juez Castel detalló que el expresidente hondureño, Pepe Lobo, solicitó dos millones de dólares a Alexander Ardón, conocido traficante de drogas asociado con Tony Hernández, hermano del actual presidente JOH.
Asimismo, JOH supuestamente recibió dinero a cambio de protección y tuvo vínculos con Devis Leonel Maradiaga.
Según el juez, El Chapo pagó un millón de dólares a través de Tony Hernández. En 2014, hubo confiscaciones tras la inclusión en la lista de la OFAC.
El juez estadounidense también mencionó que el expresidente hondureño tiene 53 años y posee un título de la Universidad de Albany, en Nueva York.
Además, mencionó la carta emotiva de la hija del acusado.
“La carta de su hija es conmovedora. La sentencia en este caso es un mensaje a los narcotraficantes elegantes. El jurado vio a través de él, como un político de dos caras”
Enfatizó que la sentencia en este caso envía un mensaje claro a los narcotraficantes sofisticados y que el jurado percibió al acusado como un político de doble cara
Sentencia del juez Kevin Castel
Por su parte, el juez Castel, desde su imponente butaca magistral, emitió la sentencia esperada por muchos tras el veredicto de culpabilidad dictado en marzo pasado:
“Por favor, levántese, señor Hernández. Te condeno a 45 años de prisión, luego 5 años de libertad supervisada. Debe cumplir con las leyes de inmigración de EEUU”
La condena de Hernández representa un hecho histórico en la región, siendo el segundo presidente centroamericano sentenciado por narcotráfico en una corte federal de Estados Unidos, después del expresidente panameño Manuel Noriega en 1992.
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Contexto y repercusiones
La condena de Hernández coincide con el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, establecido por la ONU.
Cabe recordar que Hernández fue extraditado a Estados Unidos en 2022, tras la finalización de su mandato y bajo cargos de narcotráfico.
Su juicio reveló numerosos vínculos entre el narcotráfico y el poder en Honduras, involucrando a figuras políticas de alto nivel.
El proceso también incluyó testimonios de narcotraficantes y políticos hondureños, destacando la implicación de otros expresidentes y funcionarios.
Durante el juicio contra JOH llevado a cabo por la Fiscalía estadounidense, diversos testigos destacaron por su implicación en actividades ilícitas, entre ellos Fabio Lobo, hijo del expresidente Porfirio Lobo (2010-2014).
Este último quien además de ser abogado, admitió su participación en el narcotráfico y señaló a otros líderes políticos hondureños.
Además, reconocidos capos de la droga que cumplen condena en Estados Unidos tras entregarse o ser extraditados, revelaron la corrupción arraigada en las instituciones hondureñas.
A medida que estos testimonios se sucedían, nombres de políticos, como los expresidentes Porfirio Lobo y Manuel Zelaya Rosales (2006-2009), así como el actual secretario del Congreso Nacional Carlos Zelaya, surgieron.
Sin que hasta el momento se les haya formalmente imputado por delitos relacionados con el narcotráfico.
En defensa de JOH, se presentaron los testimonios de dos generales activos de las Fuerzas Armadas, quienes atestiguaron en su favor basándose en su lucha contra el crimen.
Finalmente, el propio Juan Orlando Hernández subió al estrado para declarar durante el proceso judicial.
Tras la sentencia dictada contra él, la sociedad hondureña sigue esperando una completa depuración institucional y que aquellos extraditados o enjuiciados por narcotráfico rindan cuentas por sus crímenes.
Aunque algunos testimonios defendieron a Hernández, el veredicto final reflejó una realidad compleja y corrupta en la política hondureña.
Futuro de Honduras
La sentencia contra Hernández no cierra un capítulo en la historia de Honduras.
El país enfrenta el desafío de depurar su institucionalidad y combatir la influencia del narcotráfico.
La región del Valle de Siria se ha convertido en un centro de producción de coca y fentanilo, exacerbando los problemas de seguridad y salud pública.
La condena del expresidente es solo el comienzo de un largo camino hacia la justicia y la transparencia en Honduras.
Donde aún quedan muchos vínculos oscuros por desentrañar entre la élite política y los narcotraficantes.