Nuevo rector de la UNAH: Desafíos, compromisos y transformación

El recién elegido rector de la UNAH aborda críticas, desafíos políticos y la urgencia de restaurar la confianza institucional en su mandato desafiante y comprometido con la excelencia educativa.

Honduras.- La Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) enfrenta una encrucijada desafiante, según las palabras del recién electo rector, quien identifica la gobernabilidad y la confianza como los pilares en los que se sostiene su gestión entrante.

En una conversación, el rector Fernández delineó los desafíos cruciales que se alzan en su horizonte, destacando la urgencia de abordar la disminución en la matrícula, agravada por el impacto de la pandemia.

“El reto más grande en la universidad es la gobernabilidad, la confianza y más después de la pandemia porque se ha venido reduciendo la matricula”.

El recién investido rector, designado por la Junta de Dirección Universitaria en una sesión trascendental el miércoles, reflejó un sentir bifurcado en este momento histórico.

“Hoy me despierto con sentimientos encontrados, pero con el compromiso sobre el trabajo que debemos realizar, no fue fácil, hemos sido criticados, injuriados, calumniados, vilipendiados; esto era una contienda donde hay muchos intereses económicos y políticos por eso mi postulación generó preocupación”, expresó Fernández, reconociendo la complejidad y la intensidad del proceso que lo llevó a esta posición de liderazgo.

Su ascenso, marcado por críticas, acusaciones infundadas y una polémica enmarcada por intereses económicos y políticos, revela un panorama desafiante y controvertido en el ámbito universitario.

Entre cinco postulantes, todos con méritos académicos, Fernández emergió como la selección de la JDU.

Sin embargo, su trayectoria y cualificaciones fueron objeto de disputa en un terreno donde lo académico se confundió con lo político.

“En ningún momento se mencionó que cumplía los requisitos ni los elementos académicos que hoy nos llevan a una exigencia en la Universidad que lo quisieron llevar a un ámbito político para crear confusión”, enfatizó el rector.

Afrontando las críticas y desacreditaciones, Fernández se posiciona como un representante de la educación superior, comprometido a tejer puentes entre los espacios políticos y las altas esferas gubernamentales.

“Hoy soy una persona que represento la educación superior y tendré que acercarme a todos los espacios políticos y altas autoridades de Gobierno para generar una sinergia”, puntualizó.

Este llamado a la acción no es solo un deseo personal, sino una obligación constitucional que impulsa su papel como rector.

No porque yo lo quiera, sino porque la Constitución de la República así lo manda, es nuestro trabajo el que finalmente va a responder, subrayó, señalando la necesidad imperante de consolidar una estructura que responda a los desafíos presentes y futuros de la UNAH.

El panorama para la nueva gestión de la UNAH se presenta complejo, con un rector comprometido a trascender las barreras políticas y a restaurar la confianza en una institución clave para el desarrollo académico y social del país.

En el horizonte se vislumbra un desafío titánico, pero el compromiso y la determinación del nuevo rector podrían ser la clave para trazar un camino hacia la estabilidad y la excelencia educativa que demanda el momento actual.