Tegucigalpa, Honduras.- Por dos días consecutivos, los transportistas que cubren la ruta Tiloarque – Sosa en la capital de Honduras han decidido paralizar sus unidades de transporte, pues estos alegan que ya no aguantan el cobro de extorsión por grupos delictivos.
Los transportistas se quejaron que otra organización de antisociales les está cobrando el famoso impuesto de guerra, por los que conductores de las unidades han optado por paralizarlas.
Ante la situación, FUSINA se ha movilizado a realizar operativos en diversos sectores y terminales de buses de Tegucigalpa.
Los transportistas de Honduras pagan extorsión a la semana a diferentes bandas criminales.
Solo en Tegucigalpa los conductores del transporte pagan alrededor de 22 millones de lempiras al mes por el impuesto de guerra.
Hay lugares donde los conductores pagan entre siete y cuatro rentas a grupos criminales, según dirigentes del rubro.
