Este es el peor congreso en la historia afirma Jorge Zelaya

El diputado nacionalista, Jorge Zelaya declara el actual Congreso como el peor de la historia de Honduras, señalando la parálisis de cuatro meses.

Honduras.- El diputado y también precandidato presidencial del Partido Nacional, Jorge Zelaya, ha levantado una voz crítica sobre el estado actual del Congreso de Honduras, calificándolo como el peor en la historia del país.

En sus palabras, si se cierra, no habría repercusiones significativas, resaltando así la crisis paralizante que azota el Poder Legislativo desde hace más de cuatro meses.

En una evaluación, Zelaya expresó que el panorama actual del Congreso es sombrío, subrayando la necesidad urgente de que los administradores de este órgano aborden la crisis que lo mantiene estancado.

La falta de sesiones ordinarias se ha prolongado desde el 31 de agosto de 2023, generando una parálisis institucional que ha desencadenado críticas tanto dentro como fuera de la esfera política.

El diputado instó a la junta directiva del Congreso Nacional a convocar sesiones, puesto que señaló que la Comisión Permanente continúa convocando, pero la asistencia es nula, al considerarla como una comisión ilegal.

“Hacia dónde nos quieren llevar los que nos gobiernan en estos momentos, no hay medicinas en los hospitales, tampoco hay seguridad y la educación deja mucho que desear”.

El diputado lamentó el impacto directo en la vida de los ciudadanos hondureños, describiendo cómo cada día que transcurre sin actividad legislativa empeora la situación del país.

Reconoció la inmoralidad de percibir un salario sin sesionar, revelando incluso la percepción de bonificaciones millonarias por parte de algunos legisladores.

Este cuestionamiento público del diputado Zelaya destaca una situación preocupante en el ámbito legislativo, donde la falta de actividad debido a la incapacidad o nulo interes para llegar a acuerdos impacta directamente en la vida de los hondureños.

La necesidad de una pronta reactivación del Congreso se convierte en un imperativo para restablecer la estabilidad y el funcionamiento efectivo de la institución, cuya inacción prolongada amenaza la normalidad democrática del país.