Nigeria: Al menos 113 vidas perdidas y 300 heridos en ataques coordinados

Trágicos ataques coordinados en Nigeria en la región de Plateau cobran 113 vidas y dejan 300 heridos. La violencia afecta comunidades musulmanas y cristianas, generando indignación y llamados a la paz.

Nigeria.- En un trágico suceso que ha sacudido la región de Plateau en Nigeria, un ataque coordinado llevado a cabo por individuos armados ha provocado la pérdida de al menos 113 vidas y dejado a más de 300 personas heridas.

Estos hechos han ocurrido en un contexto delicado, en una zona limítrofe entre las comunidades musulmanas y cristianas del país.

Las autoridades nigerianas han confirmado la magnitud de estos ataques, reportando que se desencadenaron en diversas localidades del estado de Plateau, extendiéndose desde la noche del sábado hasta el día lunes.

Los ataques de hombres armados son originados por conflictos étnicos y religiosos.

Monday Kassah, presidente del Comité de Transición del área de gobierno local de Bokkos, ha destacado la coordinación detrás de estos actos violentos, indicando que más de 20 comunidades fueron blanco de estos bandidos.

El recuento desgarrador revela el fallecimiento de 113 personas, mientras que más de 300 individuos han sido gravemente heridos, siendo trasladados a diferentes centros hospitalarios para recibir atención médica urgente.

Kassah subrayó las dificultades que enfrentaron los equipos de seguridad para llegar a tiempo a estas comunidades remotas, lo que lamentablemente facilitó la consumación de estos ataques atroces.

Las autoridades locales, encabezadas por el gobernador de Plateau, Caleb Muftwang, han reaccionado con indignación ante este escenario devastador.

A pesar de que el gobernador inicialmente había cifrado el número de fallecidos en más de 50, la magnitud de la tragedia ha superado estas estimaciones iniciales.

Muftwang, con un tono de rechazo contundente, calificó estos actos como «inaceptables» y «sin sentido», exigiendo el cese inmediato de esta violencia desmedida que ha golpeado a su comunidad.

A pesar del dolor y la consternación, el gobernador ha hecho hincapié en la resistencia y fortaleza del pueblo de Plateau frente a esta adversidad.

La región de Plateau, históricamente dividida entre las facciones mayoritariamente musulmanas al norte y cristianas al sur, ha sido testigo de tensiones étnicas y religiosas persistentes a lo largo del tiempo.

Estos eventos lamentables subrayan las profundas divisiones que aún persisten en la región y el desafío constante de mantener la armonía entre estas comunidades.

Los informes apuntan hacia la sospecha de que los perpetradores podrían ser pastores, lo que ha generado una atmósfera de inquietud y preocupación en las comunidades locales.

Líderes comunitarios han expresado su consternación por la naturaleza indiscriminada de estos ataques, que han transformado un período festivo en un tiempo de luto y dolor.

Las reacciones no se han hecho esperar. La Coalición de Nacionalidades Étnicas de Jóvenes de Plateau ha instado a las autoridades a tomar medidas inmediatas para detener esta locura que ha cobrado vidas inocentes.

El gobernador, por su parte, ha condenado enérgicamente estos actos brutales y ha ordenado a las fuerzas de seguridad que detengan a los responsables y los enfrenten ante la justicia.

Estos enfrentamientos entre comunidades campesinas mayoritariamente cristianas y pastores del pueblo fulani, mayormente musulmanes, han exacerbado la tensión en el estado de Plateau.

Esta dinámica, enraizada en disputas sobre el uso de la tierra y recursos escasos, continúa representando un desafío crítico para la estabilidad de la región.

Además, estos ataques se suman a una serie de incidentes en varios estados nigerianos, principalmente en el centro y noroeste del país, perpetrados por grupos catalogados como «bandidos» que buscan generar caos y obtener beneficios a través de secuestros masivos y actos delictivos.

La urgencia de poner fin a esta espiral de violencia es imperativa. La llamada a la unidad, la cooperación entre comunidades y una respuesta decidida por parte de las autoridades son fundamentales para mitigar esta crisis que ha arrebatado vidas inocentes y ha sumido a la región en el luto y la consternación.