Selección de cinco nuevos jueces para la Corte Internacional

En una elección rigurosa, la Asamblea y el Consejo de Seguridad de la ONU han designado a cinco jueces para la Corte Internacional de Justicia, con resultados divergentes en ambas instancias.

Internacionales.- En un proceso de votaciones independientes y paralelas, la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas han elegido a cinco jueces para formar parte del prestigioso cuerpo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

La magistrada Hilary Charlesworth de Australia ha sido reelegida, asegurando su continuo servicio en el máximo tribunal, mientras que Kirill Gevorgian de Rusia no consiguió otro mandato en funciones.

Los cuatro nuevos jueces elegidos son Bogdan-Lucian Aurescu de Rumania, Sarah Hull Cleveland de Estados Unidos, Juan Manuel Gómez Robledo Verduzco de México y Dire Tladi de Sudáfrica.

El complejo procedimiento de votación mostró resultados diferentes en la Asamblea General, con una elección concluyente en la primera ronda, y en el Consejo de Seguridad, que requirió cinco rondas de votación para alcanzar su decisión.

Cada magistrado asumirá un mandato de nueve años a partir del 6 de febrero del próximo año.

La selección de estos jueces, en conformidad con el Estatuto de la Corte, el Reglamento de la Asamblea General y el Reglamento provisional del Consejo de Seguridad, requiere la obtención de mayoría absoluta en ambas instancias: la Asamblea General con 97 votos y el Consejo de Seguridad con 8 votos.

El Tribunal, compuesto por 15 jueces, se renueva cada tres años para cinco de sus puestos, sin restricciones de mandatos consecutivos.

La elección se basa en las cualificaciones de los candidatos, sin considerar su nacionalidad, procurando un equilibrio en la composición y evitando la duplicación de jueces por país.

La Corte Internacional de Justicia, también conocida como el “Tribunal Mundial”, con sede en La Haya, Países Bajos, resuelve disputas entre Estados y ofrece opiniones consultivas sobre asuntos legales remitidos por organismos autorizados de la ONU.

Una de sus decisiones más destacadas fue la sentencia contra Myanmar en enero de 2020, exigiendo la protección de la minoría rohingya y la preservación de pruebas relacionadas con acusaciones de genocidio, en respuesta a la demanda presentada por Gambia contra Myanmar.

Este proceso de elección y renovación de jueces para el Tribunal Mundial, que inició en la primera sesión conjunta de la Asamblea General y el Consejo de Seguridad en 1946, mantiene su relevancia en el escenario internacional al promover la justicia y resolver conflictos entre naciones.