Trump confirma uso de Fuerzas Armadas para deportar migrantes

Trump confirma uso de Fuerzas Armadas para deportar migrantes indocumentados, invocando poderes extraordinarios bajo una emergencia nacional.

Estados Unidos.- El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que recurrirá a las Fuerzas Armadas para implementar su plan de deportación masiva de migrantes indocumentados.

Esta decisión incluye invocar una emergencia nacional, que le permitirá ejercer poderes extraordinarios sin necesidad de la aprobación del Congreso.

Trump confirmó su estrategia a través de su plataforma Truth Social, respondiendo con un rotundo «¡CIERTO!», a un comentario del activista conservador Tom Fitton.

Fitton había sugerido que la próxima administración de Trump planeaba declarar una emergencia nacional y utilizar recursos militares para ejecutar las deportaciones.

Aunque la campaña de Trump no ha proporcionado detalles específicos sobre cómo se llevarán a cabo estas deportaciones.

El mandatario ha señalado que invocará la Ley de Emergencias Nacionales de 1976.

Este marco legal le otorga amplias facultades para actuar en situaciones percibidas como amenazas para la seguridad nacional.

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Trump y «la lucha» contra la masiva ola de migrantes

Durante su primer mandato, Trump utilizó este recurso en 2019, cuando redirigió fondos del Departamento de Defensa para la construcción de un muro fronterizo con México.

Esta acción fue ampliamente criticada y enfrentó varios desafíos legales.

A lo largo de su campaña, Trump también propuso movilizar a reservistas de la Guardia Nacional y, en casos extremos.

Reubicar tropas estacionadas en el extranjero para reforzar la frontera sur de Estados Unidos y hacer cumplir las leyes migratorias.

La implementación de estas medidas representaría un cambio drástico en el rol de las Fuerzas Armadas.

La legislación estadounidense prohíbe que el Ejército sea partícipe en tareas de vigilancia interna, como establece el Brennan Center for Justice, lo que podría complicar la viabilidad de este plan.

En Estados Unidos, se estima que hay alrededor de 11 millones de migrantes indocumentados.

La organización America’s Voice advierte que las deportaciones masivas afectarían a cerca de 20 millones de familias, muchas de ellas con miembros ciudadanos estadounidenses.

Además, expertos del American Immigration Council señalan que estas deportaciones podrían generar costos millonarios anuales.

Así como desencadenar una escasez de mano de obra en sectores cruciales de la economía, como la agricultura y los servicios, que dependen de los trabajadores migrantes indocumentados.

Este ambicioso plan ha generado intensas críticas, tanto por su posible impacto económico como por su potencial para agravar tensiones sociales en un país profundamente dividido en torno a las políticas migratorias.