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Economía

Un 85% de las remesas cubre gastos esenciales de las familias hondureñas

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El 85% de las remesas recibidas en Honduras se destinan a gastos básicos, revelando su impacto crucial en la economía.

Honduras.- Las remesas, uno de los pilares económicos más importantes del país, representan el 25% del producto interno bruto (PIB).

Las remesas se han convertido en la principal fuente de sustento para muchas familias hondureñas, según un informe del Banco Central de Honduras (BCH).

Este flujo constante de divisas, enviado principalmente por hondureños residentes en el extranjero, sigue impactando de manera directa en la estabilidad económica de los hogares, especialmente en el consumo y los gastos básicos.

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¿Cuál es el destino de las remesas?

De acuerdo con el estudio del BCH, más del 85% de las familias que reciben remesas utilizan estos fondos para cubrir necesidades básicas como alimentación, salud y educación.

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Estos datos evidencian la importancia que tienen las remesas en la economía familiar, particularmente en un país donde el acceso a servicios esenciales puede ser limitado o costoso.

Solo el 4% de los receptores destinan este dinero a la compra o mejora de propiedades, lo que refleja que las prioridades siguen centradas en el consumo diario.

Este fenómeno de dependencia económica no solo contribuye al bienestar inmediato de las familias receptoras.

El mismo, también genera un impacto en sectores como el comercio local y los servicios.

Dado que una gran parte de estos ingresos se canaliza a la economía interna mediante el consumo de bienes y servicios.

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Perfil de los receptores y frecuencia de envíos

El informe del BCH detalla también el perfil de quienes reciben estas remesas.

Las madres son las principales beneficiarias, acaparando el 37.1% del total de envíos, seguidas por hermanos (17.5%) y padres (12.1%).

En este perfil se incluyen a los hijos reciben un 11.3%, los cónyuges un 5.3% y los abuelos apenas 4.1%, detalló el BCH.

Esta distribución muestra cómo las estructuras familiares dependen en gran medida de estos fondos, que permiten no solo el sustento de los hogares, sino también cubrir emergencias y otros gastos esporádicos.

Otro aspecto relevante es la frecuencia de los envíos.

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El 30.5% de los hondureños que residen en el extranjero envía dinero adicional al menos una vez al año para gastos extraordinarios.

Tales como construcciones, eventos familiares, compra de terrenos, adquisición de viviendas, servicios médicos y fúnebres.

Estos envíos esporádicos, aunque no tan recurrentes como los destinados a consumo diario, siguen siendo una parte significativa del flujo de remesas y contribuyen al crecimiento de la economía familiar y comunitaria.

Principales destinos de las remesas

En cuanto al origen de las remesas, el 91.1% de estos fondos proviene de hondureños que residen en los Estados Unidos, lo que refuerza el papel crucial de la comunidad migrante en ese país.

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Otros países con una participación importante son España (5.3%) y México (0.6%).

El restante 3% proviene de otras naciones como Alemania, Canadá y Guatemala.

Esta distribución geográfica subraya la diversificación de la diáspora hondureña y el compromiso de sus miembros en apoyar económicamente a sus familias desde distintos puntos del globo.

Crecimiento de las remesas

Durante los primeros ocho meses de 2024, Honduras recibió un total de 6,354.8 millones de dólares en remesas.

Esto se traduce en un aumento interanual del 3.9% respecto al mismo período del año anterior.

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Este incremento, equivalente a 240.6 millones de dólares adicionales, refuerza la tendencia al alza de este flujo de divisas, que ha mantenido un crecimiento sostenido en los últimos años.

Solo en 2023, el país captó 9,177.5 millones de dólares en remesas, un 5.7% más que en 2022.

El Programa Monetario 2024-2025 del BCH proyecta que las remesas alcanzarán los 9,518 millones de dólares para finales de este año.

Consolidando su papel como uno de los principales motores de la economía nacional.

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Estos ingresos no solo representan un alivio para millones de familias, sino que también tienen un impacto significativo en el comercio.

Así como los servicios y otros sectores productivos del país, lo que refuerza la interconexión entre la economía interna y el dinero enviado desde el exterior.

El flujo constante de remesas continúa siendo un factor clave en la economía hondureña.

El hecho de que más del 85% de los receptores destinen estos fondos a necesidades básicas subraya la dependencia económica de muchas familias del país.

Sin embargo, este patrón también plantea preguntas sobre la sostenibilidad a largo plazo de esta dependencia y la capacidad del Estado para desarrollar políticas económicas que promuevan el crecimiento desde el interior del país.

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Las remesas seguirán siendo una pieza fundamental para la estabilidad económica de Honduras, pero es necesario encontrar un equilibrio que permita reducir la vulnerabilidad económica de las familias receptoras y fomentar un desarrollo más autosostenible.

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