Congreso Nacional aprueba la importación de desechos tóxicos al país

Tegucigalpa. En una sesión virtual el Congreso Nacional (CN) acordó ayer martes, abrir brechas para importación en cantidades industriales de baterías en mal estado, flagelando nuevamente a la flora y fauna de nuestro país.

Durante la sesión, el Poder Legislativo acordó la importación de baterías usadas al país, por lo que varios congresistas que votaron en contra de esta moción denunciaron que convertirá al territorio nacional en “un basurero de desechos tóxicos”.

Esta iniciativa fue presentada mediante la diputada suplente por el Partido Nacional, Leonor Osorio, que propuso la interpretación de varios artículos de la Ley General del Ambiente relacionados a la importación de desechos tóxicos.

En el numeral uno del decreto  se establece “interpretar los artículos 8, 11, 68 párrafo segundo, 69 y 92 literal C, del decreto número 104-93 de la fecha 29 de mayo de 1993 que contiene la Ley General del Ambiente, en el sentido de que no es prohibida la importación, fabricación y/o reciclaje de baterías de plomo, ácido. Selladas nuevas o usadas”.

En estas interpretaciones destaca la reforma del artículo 8 de esta ley, que antes de su  transformación establecía lo siguiente: “se prohíbe la introducción de desechos tóxicos radioactivos, basuras domiciliarias, cienos o lodos cloacales y otros considerados perjudiciales y contaminantes”.

Con esta reforma se legalizó la introducción de este material contaminante al país, es por eso que los diputados de la oposición denunciaron que esta decisión convertirá al país en “un basurero del mundo”,  además señalaron que esta iniciativa concederá un negocio a diversas empresas que mediante la importación y reciclaje de estos desechos en Honduras, se comercializarán nuevamente a otros países.

En ese sentido, el diputado de la bancada del partido Libertad y Refundación (LIBRE), Jari Dixon, detalló que esta ley no es más que “convertir a Honduras en un basurero de desechos tóxicos al permitir la importación de baterías en mal estado y traerlas al país en cantidades industriales”, también consideró como un “asesinato al medio ambiente al poner en riesgo la salud de millones de compatriotas a cambio de dinero”.