Este indicador, clave para evaluar la salud financiera de una nación, se ha situado en un 49.1%, marcando una notable disminución desde el 55.8% registrado en 2021.
Este descenso refleja, según las afirmaciones gubernamentales, una gestión responsable del endeudamiento público en relación con la capacidad productiva del país.
El gobierno, a través de sus canales oficiales, atribuye estos logros a las políticas económicas implementadas durante la administración de la presidenta Xiomara Castro.
Se destaca el énfasis en la inversión productiva y social como prioridad en la gestión de la deuda pública.
Detallando los aspectos financieros asociados, hasta el 30 de septiembre, la Secretaría de Finanzas (Sefin) ha comunicado la asignación de mil 500 millones de dólares para el servicio de la deuda.
Este monto comprende pagos a bonos soberanos, deudas con acreedores multilaterales e internos.
De esta suma, el 41%, equivalente a 615 millones de dólares, se ha destinado al servicio de la deuda externa, mientras que el 59% restante, unos $885 millones, ha sido dirigido al pago de la deuda interna.
Es relevante subrayar que el Presupuesto de la Administración Central para el próximo año, 2024, asigna un 22% de su total al pago del servicio de la deuda.
Esta partida se estima en 55 mil 635 millones de lempiras.
Estos datos financieros ofrecen una panorámica detallada del manejo presupuestario del país, reflejando un compromiso con el equilibrio entre la inversión, el endeudamiento responsable y el servicio de la deuda.
Las cifras presentadas, respaldadas por políticas gubernamentales tal como lo plantea el Gobierno, delinean una estrategia enfocada en la estabilidad económica y el crecimiento sostenible de Honduras.