Connect with us

Economía

Migración, remesas y devaluación presionan la economía hondureña

Published

on

El regreso de migrantes, el impuesto a remesas y la devaluación golpean el bolsillo de millones de familias hondureñas este 2025.

Tegucigalpa, Honduras.- El país enfrenta una triple presión económica: el retorno masivo de migrantes desde Estados Unidos y México, el posible impuesto del 3.5 % a las remesas promovido por el expresidente Donald Trump y la continua devaluación del lempira.

Estos factores, advierten expertos, afectarán tanto a las finanzas públicas como al poder adquisitivo de los hogares hondureños, profundizando la vulnerabilidad económica del país.

Migrantes regresan por nuevas restricciones

Cada vez más migrantes están regresando a sus países, incluyendo Honduras, debido al endurecimiento de las políticas migratorias en México y Estados Unidos.

Este fenómeno, conocido como migración de retorno, afecta especialmente a ciudadanos venezolanos. Muchos de los cuales cruzan Honduras por tierra o hacen escala aérea en el aeropuerto de Comayagua para volver a su país.

Aunque no es algo nuevo, la magnitud actual preocupa. Las comunidades que los reciben muchas veces no están preparadas, y eso complica más la situación laboral y social en el país.

Advertisement

Este flujo inverso impacta en las comunidades receptoras, muchas de ellas con escasa capacidad para absorber el retorno masivo. Y, agrava tensiones económicas al aumentar la presión sobre servicios públicos, empleo y asistencia social.

Lea: Las leyes de inmigración de Estados Unidos permanecen firmes

Un impuesto que amenaza las remesas

La mayor alerta proviene del posible impuesto federal de 3.5 % sobre remesas enviado desde EE. UU. por personas sin ciudadanía estadounidense.

Una propuesta promovida por Trump y ya aprobada por la Cámara de Representantes.

Si el Senado la ratifica, entrará en vigencia el 1 de enero de 2026, impactando directamente a países como Honduras, donde las remesas representan el 26.8 % del PIB.

Advertisement

Solo entre enero y abril de 2025, Honduras recibió 3,608.9 millones de dólares en remesas, un incremento del 20.9 % respecto al año anterior.

El impacto fiscal estimado para Honduras sería de 275 millones de dólares anuales. Cifra que podría traducirse en menor consumo interno, reducción en ingresos tributarios y un incremento de la pobreza.

Según proyecciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso de EE. UU., el nuevo impuesto podría generar hasta 22,000 millones de dólares en recaudación federal entre 2026 y 2034.

Sin embargo, su impacto en Centroamérica sería severo: Guatemala, El Salvador y Nicaragua también dependen de estos flujos, en algunos casos en proporciones superiores al 20 % del PIB.

Lea: EE. UU. amenaza remesas hondureñas con nuevo impuesto

Advertisement

Devaluación del dólar y del lempira: una tormenta monetaria

A este contexto se suma la depreciación del dólar en los mercados internacionales y del lempira en el plano interno.

La expresidenta del Colegio Hondureño de Economistas, Liliana Castillo, explicó que el dólar ha perdido valor global en un 9 %. Afectado por la política arancelaria de EE. UU. y la guerra comercial impulsada por Trump.

Esto tiene efectos mixtos: mejora las exportaciones estadounidenses, pero encarece sus importaciones. Generando presiones inflacionarias en países dolarizados o dependientes de esa moneda, como Honduras.

Lea: Advierte acelerada devaluación del lempira

El lempira vale menos y todo sube

En paralelo, el lempira ha perdido valor frente al dólar. Según el economista Mario Sosa, desde septiembre de 2024 hasta junio de 2025, la moneda nacional se ha devaluado en 1.20 lempiras.

Advertisement

Especificó además que solo en lo que va de 2025, la pérdida es de 60 centavos.

La combinación de la devaluación externa del dólar y la interna del lempira genera una pérdida doble para las familias hondureñas: todo es más caro y los ingresos no crecen al mismo ritmo.

Eso significa que ahora se necesitan más lempiras para comprar productos importados o pagar servicios en dólares, como materias primas, medicinas o tecnología.

Esto se refleja en un alza sostenida de precios en mercados, tiendas de barrio y productos importados, con una presión directa sobre el presupuesto de los hogares.

Vea: Nelson Ávila: Hay soluciones, pero falta compromiso para frenar la devaluación

Advertisement

Un cóctel económico explosivo

La situación es compleja. A la amenaza de un impuesto que podría desincentivar el envío de remesas —pilar económico para más de 1.8 millones de familias hondureñas que dependen de ingresos desde el extranjero.

Se suma el encarecimiento de las importaciones por efecto del tipo de cambio, y el retorno de miles de migrantes que regresan sin una red de apoyo económico.

Expertos advierten que el país necesita una estrategia urgente de estabilización que considere políticas cambiarias. Así como protección social y generación de empleo, especialmente en comunidades con alta dependencia de las remesas.

Además, urgen medidas diplomáticas por parte del gobierno hondureño para frenar el avance legislativo del impuesto a las remesas. Así como, articular respuestas regionales ante una crisis migratoria de retorno sin precedentes.

Por ahora, el panorama económico nacional se encuentra en un estado de alerta.

Advertisement

La confluencia de estos tres factores coloca a Honduras frente a un escenario económico de alta fragilidad estructural. Mismo que podría escalar en el segundo semestre de 2025 si no se adoptan acciones correctivas inmediatas.

Advertisement
Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Advertisement
Advertisement