HONDURAS
ENEE acumula 36.6% de pérdidas

ENEE acumula 36.6% de pérdidas bajo el actual gobierno, pese a millonarias inversiones que no han frenado la crisis energética.
Tegucigalpa, Honduras.- Las pérdidas de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) alcanzan un 36.66% durante los tres años del actual gobierno, según señaló la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ).
Mismas que representan ya el 8.2 % del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
En el informe “Estado de País: Subsector Eléctrico”, la ASJ deja al descubierto un sistema eléctrico que no solo falla en su propósito, sino que además se traga miles de millones de lempiras sin mostrar resultados tangibles.
Aunque el gobierno prometió reducir estas pérdidas al 19 % durante su mandato, la curva ha subido, no bajado de un 33 % heredado en 2022 a un 36.66 % en 2024.
Para alcanzar su meta, las pérdidas para 2025 deberían ser de apenas 2,780 lempiras diarios, pero la realidad es que se destinan más de 20 mil millones de lempiras en tres años sin alcanzar ningún alivio visible.
Vea: ENEE recuperó menos de lo invertido en pérdidas
Más gasto, menos recuperación
El Programa Nacional de Reducción de Pérdidas (PNRP) y la Unidad Técnica de Control de Distribución (UTCD) han recibido una lluvia presupuestaria que en 2022 alcanzó los 6,750 millones de lempiras, subió a 8,545 millones en 2023 y cerró en 5,138 millones este año.
¿El resultado? Más pérdidas.
Para rematar, el 40 % del presupuesto del PNRP se destina en 2024 únicamente al pago de sueldos para 3,209 empleados.
Es decir, mientras la estatal eléctrica se desangra, la nómina engorda.
En cuanto al costo de la energía, Kevin Rodríguez, experto de ASJ, señaló que en 2024 el precio por kilovatio hora asciende a 5.89 lempiras, un 33.6 % más caro que en 2021.
Pagar más por menos parece ser la nueva consigna.
Las cifras no mienten: millones en el abismo
Durante el último año del gobierno anterior (2021), las pérdidas sumaron 18,982.4 millones de lempiras, de los cuales se lograron recuperar 8,494.4 millones. Sin embargo, los datos más recientes revelan una tendencia agravada:
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En 2022, las pérdidas fueron de 20,588 millones; solo se recuperaron 8,558.
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En 2023, las pérdidas subieron a 22,656 millones, sin recuperar 13,815 millones.
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En 2024, se alcanzó un nuevo récord: 24,182 millones en pérdidas, de los que 14,270 millones nunca volvieron.
Honduras: líder indiscutible… en pérdidas
Comparado con sus vecinos centroamericanos, Honduras lidera con una vergonzosa ventaja.
Mientras Panamá y Guatemala reportan pérdidas del 16.6 % y 15.1 % respectivamente, Honduras las duplica. Literalmente.
Y aunque el gobierno celebró la renegociación de 18 contratos energéticos entre 2022 y 2023, la ASJ denunció que se incluyó el contrato de CECHSA, una empresa que ni siquiera estaba en operación.
Además, solo 8 de esos contratos fueron realmente renegociados, lo que pudo haber significado una reducción del 5 % en la tarifa, pero no fue así.
A esto se suma el arrendamiento de plantas a base de diésel, una modalidad que el gobierno ha promovido como “temporal”, pero que tiene un impacto directo en la factura eléctrica.
Son 353 megavatios generados con diésel —el método más caro y contaminante— mediante motores alquilados, que solo sirven para tapar el sol con un dedo… de petróleo.
Recomendaciones que el gobierno escucha, pero no aplica
La ASJ fue tajante en sus conclusiones.
Recomendó al gobierno eliminar el PNRP, reformar la Ley de Energía, unificar las entidades del subsector eléctrico, prohibir las compras directas de la ENEE y fomentar la inversión en energías renovables.
Sin embargo, el Estado parece más interesado en mantener viva una burocracia ineficiente que en corregir el rumbo.
Porque si algo ha quedado claro tras tres años de promesas, es que reducir las pérdidas es una idea brillante que se apaga al contacto con la realidad presupuestaria.
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