Economía
Pérdidas millonarias de la ENEE afectan salud y educación
Las millonarias pérdidas de la ENEE están drenando recursos destinados a salud, educación y seguridad, afectando la economía de Honduras, según expertos en el tema.
Honduras.- La crisis financiera de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) continúa afectando seriamente el país, drenando recursos vitales destinados a sectores como la salud, educación y seguridad.
Según Kevin Rodríguez, especialista en energía de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), las pérdidas anuales de la estatal de energía superan los 14,000 millones de lempiras.
Lo que genera un impacto devastador en la asignación de recursos públicos y compromete el desarrollo del país.
Problema sistémico en el corazón de la economía nacional
Rodríguez explicó que la ENEE, al cierre de cada año fiscal, no logra recuperar alrededor de 14,000 millones de lempiras de pérdidas acumuladas.
El monto total de pérdidas asciende a 19,000 millones de lempiras, de los cuales la empresa solo logra recuperar un escaso 15% mediante la tarifa eléctrica.
Esto implica que el pueblo hondureño termina pagando, de manera indirecta, una parte significativa de estas pérdidas en sus facturas mensuales de electricidad.
El restante 23% de las pérdidas, que no puede ser cobrado, representa un golpe contundente a las finanzas de la estatal.
La situación es alarmante no solo por el nivel de las pérdidas, sino también por la deuda histórica de la ENEE.
«En 2023, la deuda histórica de la ENEE superó los 100,000 millones de lempiras, una cifra alarmante que refleja la incapacidad de la empresa para controlar sus pérdidas. Este problema no solo afecta a la ENEE, sino que también les quita recursos a otras instituciones cruciales para el país»
Esta deuda masiva evidencia la incapacidad de la empresa para controlar sus finanzas y proyecta una sombra sobre la economía nacional.
«Este problema no solo afecta a la ENEE», ya que también implica un drenaje de recursos que podrían estar destinados a instituciones críticas para el bienestar del país, subrayó Rodríguez.
Comparaciones regionales y perspectivas futuras
El especialista enfatizó que Honduras presenta uno de los niveles de pérdidas energéticas más altos de Centroamérica.
Alcanzando un 38%, una cifra que solo es comparable con Venezuela y Haití.
Esta situación, advierte, es preocupante porque no se vislumbran mejoras significativas para el 2024.
Sin cambios profundos en la gestión y en las estrategias de reducción de pérdidas, la ENEE se verá obligada a buscar financiamiento adicional, ya sea a través de la emisión de bonos nacionales o internacionales.
Esto, a su vez, generará un impacto significativo en el presupuesto nacional, afectando aún más a sectores prioritarios.
Rodríguez también hizo un análisis sobre la magnitud diaria del problema: «Cada día, la ENEE pierde 37 millones de lempiras».
Estas cifras destacan la urgencia de una intervención efectiva que pueda detener el deterioro financiero de la empresa y evitar que la deuda siga creciendo a niveles insostenibles.
Ineficacia del Programa Nacional de Reducción de Pérdidas
A pesar de los intentos del gobierno por controlar la situación, los resultados han sido limitados.
En 2022, se implementó el Programa Nacional de Reducción de Pérdidas, que prometía abordar la problemática de manera integral.
Sin embargo, un análisis de la ASJ revela que, a pesar de que este programa recibió 5,400 millones de lempiras en 2023 —casi el doble de lo que el Hospital Escuela necesita para operar anualmente—, las pérdidas de la ENEE no solo persistieron, sino que se agravaron.
Además, la empresa ha incrementado su plantilla con casi 2,000 nuevas contrataciones, lo que ha elevado considerablemente su pasivo laboral.
Rodríguez subrayó que «el problema de la ENEE es una bola de nieve que se sigue acumulando», refiriéndose al hecho de que, en los últimos tres años, la empresa ha recibido más de 12,000 millones de lempiras para reducir pérdidas sin mostrar resultados tangibles.
Esta ineficiencia no solo incrementa los costos operativos de la estatal, sino que también pone en riesgo la sostenibilidad financiera del país.