HONDURAS
Partido Nacional llega dividido a su convención

La antesala de la convención del Partido Nacional enciende tensiones internas, resucita rencores y revela una fractura que ni Tito Asfura parece poder remendar del todo.
Tegucigalpa, Honduras.- A escasas horas de iniciar la preconvención del Partido Nacional, el dirigente David Chávez decidió encender las redes sociales con un pronunciamiento que ha sacudido las entrañas del partido de la estrella solitaria.
Chávez no se guardó nada. Desde su cuenta de X, criticó abiertamente a Nasry “Tito” Asfura. A quien responsabiliza de una gestión excluyente.
“A pesar de haberle entregado el control total del Partido Nacional durante cuatro años a Nasry Asfura, hoy enfrentamos el resultado de una mala negociación: un partido fracturado”
Asegura que ha dejado fuera a la militancia de base, a los jóvenes y a figuras históricas del partido. “Ni siquiera tuvieron la cortesía de invitarnos… y no me sorprende” sentenció.
“El que pactó con el gobierno nos quiere fuera”, escribió, acusando a Asfura de haber marginado a su gente.
En tono desafiante, anunció una asamblea paralela que —según afirmó— será convocada en los próximos días para “salvar al verdadero Partido Nacional”.
Cerró con una puñalada directa a Asfura, sentenciando que, “este partido no es de una cúpula menos de árabes que juegan a la política por sus negocios e impunidad”.
La política es para unir, no para dividir. A pesar de haberle entregado el control total del Partido Nacional durante cuatro años a Nasry Asfura, hoy enfrentamos el resultado de una mala negociación: un partido fracturado. Nuestra gente fue marginada —jóvenes, líderes de base y…
— David Chávez Madison (@David_Chavez) May 23, 2025
Tito Asfura, ¿ungido o impuesto?
Mientras tanto, la cúpula partidaria se esfuerza por transmitir un discurso diametralmente opuesto.
El diputado Antonio Rivera Callejas, uno de los portavoces oficiales, adelantó que este fin de semana el Partido Nacional celebrará “una fiesta cívica” bajo el lema “Dios, Patria y Libertad”.
En este cónclave se renovarán las estructuras internas y se proclamará oficialmente a Nasry Asfura como el candidato presidencial para las elecciones de 2025.
“Va a ser una convención muy alegre y dinámica”, dijo Rivera con entusiasmo, aunque sin aludir directamente al estallido interno que se gesta a la sombra de la convención.
“Sin lugar a dudas, el mensaje del próximo presidente de Honduras, Papi a la Orden, será uno de unidad, esperanza y renovación. Va a ser una convención muy alegre y dinámica”
Además de elegir al nuevo Comité Central, la Comisión Política y el Tribunal de Justicia Partidario.
“Se han dado diálogos privados entre el candidato presidencial y los otros políticos que participaron en las elecciones primarias. Esa unidad se va a ver plasmada a nivel local, departamental y nacional”
La convención reformará los estatutos del partido, y se prevé que Asfura inicie una gira por siete departamentos para fortalecer su estructura territorial.
Rivera también minimizó las tensiones al asegurar que ha habido diálogos privados entre Asfura y sus ex rivales internos, y que la unidad se consolidará “a nivel local, departamental y nacional”.
“La expectativa es que salgamos graníticamente unidos. Ya el lunes, Tito sale de gira por siete departamentos para juramentar comités locales y departamentales. Termina la convención el domingo, toma un breve descanso, y arranca la gira”
Rivera, asegura que la convención no solo será una actividad política, sino un acto de reconciliación para el partido y el país.
“El hondureño ya no quiere pleitos como los que hemos tenido desde 2009. Tito Asfura es un conciliador nato. Esta será una fiesta cívica que busca unir al Partido Nacional y luego, unir a Honduras”
La otra cara del Partido Nacional
La narrativa oficial —una convención vibrante, conciliadora y festiva— contrasta con la percepción pública que arrastra el Partido Nacional tras su contundente derrota electoral en 2021.
Así como una larga lista de escándalos de corrupción que incluyen a figuras como Juan Orlando Hernández, Tony Hernández y otros altos funcionarios señalados tanto por la justicia hondureña como por autoridades internacionales.
La credibilidad de una de las instituciones políticas más longeva del país se ha visto erosionada.
La retórica de unidad suena bien en los micrófonos, pero, como lo expuso Chávez, puertas adentro hay descontento. Así como exclusión y un sentimiento generalizado de orfandad entre las bases.
A eso se suman las pugnas por el control de recursos, los pactos oscuros con el oficialismo y una pérdida de rumbo ideológico.
Lea: Partido Nacional pide que pare la política de odio del Partido Libre